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Soneja

A unos cinco Km en línea recta de donde teníamos el chalet había un pueblo llamado Soneja (la burra vieja), por cierto que a un escupiñaj...

lunes, noviembre 18, 2019

Museo de la Festa de Algemesí

 A ver, quiero que recitéis conmigo dando golpes acompasados en vuestro pecho al mismo tiempo: “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, padre Nuestro Omnipotente Creador del Cielo y de la Tierra y por cuyo Gran Poder triunfamos en la insigne batalla de las Navas de Tolosa contra el ejército del pérfido infiel”. Bueno, tras esta perorata diré que por vuestra exclusiva culpa he tenido que marchar al Museo de la Festa d'Algemesí (Ni dona ni rossí ni res que siga d’allí - Ni mujer ni rocín ni nada que sea de allí). He tenido que ir allí en un tren algo destartalado, eso sí que se detenía en todas las paradas de lo que se pavoneaban los de RENFE, aterido de frío que parece mentira que esto sean las Valencias porque hace un viento con un airecillo que escarabaya’l pelleyu como creo que dicen por Asturias y en general por allá arriba y con hambrecilla porque he ido tarde y hasta llegar no he podido zampar algo. Lo malo es que una vez hube llegado, el Museo no estaba cerca de la estación y “naide” sabía “icirme” “onde” diantre estaba el museito, o porque no eran de allí o porque simplemente no lo se enteraban. Así que de momento al menos hube ayudarme a mí mismo. Nada más salir de la estación había una calle/carretera paralela a la misma, seguí por ella y no sé bien porqué pero decidí ir hacia la derecha y a unos respetables 100 metros había un cartel rosado que ponía Museo de la Festa de Algemesí. Seguí todo recto y a otros 200 metros o así había una entrada a la izquierda a un carreronet de merda con el mismo letrero de Museo de la Festa. Me metí por el callejón, pero por mucho que anduve no encontré el Museo, hasta que dí con una plaza amplia donde se hacía lo que se hacía en todas las plazas relativamente amplias: los abuelos tomaban el sol, los jóvenes lo que tomaban era café, había chicos tocando la guitarra, las mamás llevaban a sus hijos a pasear … vamos que me acerqué a un abuelo y a su nieto, y resulta que me indicó la calle por la que había venido. Tonto de mi, me lo había pasado, había ido por la calle de al lado y solo había visto el culo del Museo. Volví hasta allí, di la vuelta al edificio y allí estaba: el edificio era una iglesia. En una parte ponía “Información turística” en inglés y en la otra el nombre del Museo y su Horario. El Museo es gratuito para todos los públicos, tiene una planta baja y dos pisos a los que se puede acceder por un ascensor y desde luego cuenta con una Conserje rubia y entradita en carnes que parece que tenga una sonrisa permanente lo que es de agradecer cuando te dan la hora del cierre, suena un timbre que así te lo indica y has de salir aprisa y corriendo no vayas a quedarte encerrado.

 

sábado, noviembre 16, 2019

Museo Municipal de Cerámica de Paterna

A finales de Septiembre decidí ir hasta Paterna al Museo Municipal de Cerámica. Ya antes del Verano había realizado diversas búsquedas museísticas y tenía distintas webs al respecto, así como otra de la Wikipedia donde marca los yacimientos arqueológicos de la provincia. Pero volviendo al de Paterna, en esa ocasión me hice compañía a mí mismo y cogí la línea 5 del metro destino Aeroport en Marítim Serrería (ahora que lo pienso debía ser Marítim Serradora no? o Marítimo Serrería, una de dos Padre Tomás). El metro está bastante bien, es rápido y cómodo, el único inconveniente para mí es que evidentemente va bajo tierra y yo prefiero ver las cosas pasar por arriba. Además, cuando hay fútbol esa línea va llena de regreso hasta la estación de Aragón que es donde está el campo de Mestalla.  Lo dicho, cogí la línea en Marítim Serrería hasta llegar a la estación de Àngel Guimerà donde hice transbordo a la línea 2 destino Lliria, pero me bajaría en Paterna claro. Un apunte, Paterna está en la zona B del metro, así que se necesita un billete AB.
Nada más llegar a la estación de Paterna, consulté en Google la calle donde estaba el museo. Resulta que está en la Plaça del Poble. Le pregunté a una señora que estaba cerca de la estación si sabía indicarme el camino y me dijo que siguiese todo recto una calle que había justo enfrente de la estación y encontraría una plaza amplia y allí era. Entré por esa calle y casi inmediatamente llegué a una plaza pequeña llamada Replaceta, pero a escasos 30 metros encontré una plaza más amplia con una iglesia pequeña y un edificio verde con el nombre de Museu Municipal de Ceràmica, la Senyera, la Estanquera y la ensenya local con la indicación Plaça del Poble. El chico que me atendió en el museo fue muy amable. De inicio me dijo que algunas vasijas y monedas romanas así como una osamenta desenterrada se encontraban en la planta baja, mientras que todas las demás piezas que dan su nombre al museo se hallan en el piso superior. El  museo es gratuito para todos los públicos y exhibe la típica cerámica verde de Paterna.


 




                                                                                                                               

martes, noviembre 12, 2019

Rodas la hija del Sol de Gillian Bradshaw


Cuenta la leyenda que había una Ninfa muy muy bella llamada Rodo, el Sol iba por ahí zumbando en su viaje cotidiano a lo largo del día surcando el cielo del Mar Interior, la vio, quedó prendado al instante y se casó con ella.
No estoy seguro, pero creo que la tal Gillian es una bruja que viaja al pasado de vez en cuando. De todos modos, en las páginas de Notas de la Autora dice en qué está basado el libro y que quien se quiera introducir de verdad en el Período Helenístico (tras la caída y disgregación del Imperio creado por Alejandro Magno) no se confíe en lo escrito por ella, solo que como lo que a mi me gusta es la ficción novelada, si puede aderezarse con un poquito de Historia mejor que mejor, pero ficción ante todo, no problemo.
La Marina de Rodas se dedicaba a comerciar y a cazar piratas. El libro comienza con el Atalanta un barco de guerra rodio con un Armador (Trierarca) que se encuentra en esos instantes en la Ciudad y con su Capitán Isocrátes de Camiro que persigue a un barco pirata (una pentecontera) hasta darle caza. El jefe pirata, Adronico intentó amenazar con un cuchillo a una mujer que había capturado de la que decía que era la favorita del rey de Siria Antíoco. Pero Dionisia, que así se llamaba la mujer, se giró, le arreó un piazo morisco y se arrojó al agua. El pirata se arrojó tras ella, y aunque el primer impulso de Isócrates fue seguirlos pensó que era el Capitán y el Capitán siempre debe permanecer a bordo y todas esas chorradas así que se giró a la tripulación y les ordenó a dos que se tirasen: uno para sacar a la mujer y otro para cazar al pirata, solo que al final el pobre pobrecito piratita pudo huir a un islote cercano. El Atalanta rescata a Dionisia quien parece tener información del rey de Siria que podría interesar al de Alejandría y así evitar un conflicto. Lo que ocurre es que el rescate de Dionisia no gusta a la nueva reina del rey de Siria y el conflicto ocurre. Y así Rodas intenta mantener su neutralidad a pesar de las simpatías personales de los diferentes particulares rodios, como pequeña República soberana esquivando las espadas de los reyes.

Wikipedia

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