miércoles, febrero 28, 2024

Corto paseo por el Jardín del Turia

 El otro día fui a comprar mi alimento espiritual al centro de Valencia. A la vuelta, decidí ir un tramo paseando a través del jardín del Turia y me bajé al cauce viejo donde comienza la Avenida del Puerto desde donde hay una efigie de hierro que en mi imaginación es un rostro quizá de un fenicio o de un antiguo habitante de Tartessos, ¿quien sabe? mirando hacia arriba y con el cuello estirado y una barba en punta hacia sí mismo. Bueno, me bajé justo por allí. En la rampa de bajada vi un boquete que me pareció en su momento la apertura de la boca de la verdad delante de la iglesia de Santa María en Cosmedin de Roma donde Gregorio el Pecas hace la pantomima esa de que la boca le come la mano en la película Vacaciones en Roma. Pero como yo no soy Gregory Peck ni las mujeres actuales son tan impresionables como Audry Hepburn no coló. Caminé unos metros y me encontré con una laguna alargada la cual yo creo que era sin lugar a dudas nada más y nada menos que la Laguna Estigia. Esta creencia se vio reforzada por el hecho irrefutable de que al comienzo y al final de esta laguna hay dos templetes de columnas evidentemente dóricas y muy similares en apariencia al templo de Segesta en Sicilia. No sé qué abracadabra se utilizó para que una laguna del inframundo griego apareciera en pleno centro de Valencia, pero es Guay del Paraguay.

Cabeza estirada del fenicio o tartesio


 

 


 


 


Ya más adelante me encontré con la nave estilo invernadero que es el Palau de la Música. No me verás allí. A mi la música de todo tipo me produce alergias. Luego está el Parque Gulliver, pero yo con mis 56 años prefiero no acercarme demasiado a esos lugares infantiles o ya veo a un grupo de mamás persiguiéndome escoba en mano. Así que salí por una rampa donde había una entrada a un restaurante de aspecto asaz pijo y de rascarse bastante el bolsillo llamado el Llit del Turia.

domingo, febrero 25, 2024

Parque de Benicalap

 

Hoy tocaba ir a Benicalap. Como ahora no me hacía el ánimo de volver a salir, cuando se ha ido mi Ayuda a Domicilio allá a las 10:00 me he ido con él, él se ha ido con su patín y yo a patita hasta la Estación del Tranvía de delante de mi casa.

Como donde iba a ir está ahí al lado y dicho literalmente, he cogido la línea 4 de ese tranvía y directo a Benicalap. Una vez allí, pregunté a un hombre que estaba limpiando entre coches con un chaleco reflectante la dirección de la Iglesia de San Roque, que me había parecido atractiva por Internet, eso sí en cuanto antigüedad … es toda de planta nueva. Eso duró poco “temps”. De ahí fui hacia la Av. Burjassot que está bastante cerquita. Me acerqué a una de las paradas de autobuses y consulté el plano que hay en el panel posterior de la parada, ¡lo que hacemos por no preguntar demasiado a menudo! En el plano hay un circulo del tamaño de una canica que se ha comido algunos donuts de más y que puede ser de color naranja, verde, rojo … en este caso era naranja y ponía “vosté està ací” (usted está aquí). Determiné dónde estaba, escogí una calle de referencia en el plano, y observe por dónde se iba al Parque de Benicalap que quería visitar a continuación. Luego identifiqué la Calle referenciada anteriormente en el plano ahora físicamente, y como me di cuenta de que era precisamente en ese sentido hacia donde tenia que caminar para encontrar el Parque, hacia allí me fui. Unas 4 o 5 calles y llegué a un pequeño paso para un hombre pero un gran paso de cebra para la Humanidad y tras él estaba el Parque de Benicalap. No cobran entradas, y no es porque yo sea Discapacitado. Por ejemplo, en el Jardín Botánico de Valencia sí que cobran aunque a mi no, ¡chincha rabiña que tengo una piña! Pero allí no vi taquillas. Aunque dentro tienen muchas cosas, tienen su Cascada del Ángel particular y un Puente sobre el Rio Kwai, tienen canchas para jugar petanca sin jugadores de petanca, mesas de ping-pong vacías, columpios y todo tipo de aparatos para niños que esos no estaban muy vacíos, surtidores con forma de estrella de seis puntas imitando el estilo oriental y junto a la que algún abuelo estaba leyendo, muy abuelo pero leía en I-pud, I-pod, I-pad, I-ped … leía. También había algunas madres tomando el fresco entre enredaderas y unas jóvenes haciéndose selfies. Hay que decir que ese parque es bastante completo. Y ahorita mismo voy a demostraros lo bueno y suertudo que soy. Aún desde el Parque vi un edificio en ruinas con pinta de particular pero a la vez como si fuese una especie de templo que me llamó la atención. Como ya había terminado el tour, salí del Parque y fui hacia la derecha. Yo creía que estaría más alejado, pero casi enseguidita me topé con el edificio en cuestión. Estaba totalmente vallado. Estaría en ruinas, pero la valla de delante y la de atrás eran aún resistentes. La lateral se había deshecho lo suficiente en algunos puntos para que alguien “normal” pudiese saltar al interior, pero yo no. Así que hice alguna foto desde fuera, estirando los brazos a través de los barrotes para que no salieran y ya está. Junto a la edificación había una pequeña carretera y decidí seguirla, porque al fondo aparecía la silueta de una casa que me sonaba de Internet. Continué y … ¡Bingo! La Alquería de la Torre, que no es que sea especialmente bonita y menos con las pintadas que algunos artistas han plasmado en sus paredes. Me parece bien que se expresen cuanto quieran, pero no pisoteando a otros. Bueno, después de esta diatriba, volví a la Av. Burjassot, busqué en Google dónde estaba La Ceramo y me salió que en la Av. Burjassot 142. Como tenía la dirección exacta, simplemente volví por donde había venido esperando encontrarla. Pero pasaban Calles y Calles y La Ceramo que no llegaba, y me pregunté si la Web no estaría mal o algo así. De forma que cuando vi a un abuelo paseando con la que supongo sería su nieta le pregunte si sabía dónde estaba, pero nada la cara que puso fue como la que pondría Lisa Simpson si Milhouse le dijera que no quiere salir con ella. Pero ahí volví a tener una flor en el culo, la supuesta nieta me dijo que creía que La Ceramo estaba pasando una Farmacia. Continué unas calles más y cuando por fin vi Farmacia Tarazona, tenemos mascarillas baratas, supe que ya estaba prácticamente. Pero aquí acaba la buena suerte, La Ceramo se encuentra en rehabilitación. 

 

 

 


 



 


 


 






martes, febrero 13, 2024

Assur de Francisco Narla

 Assur de Francisco Narla

Me obsesiona el nombre de un lobo que tenía el protagonista de la novela de Francisco Narla - Assur Ribadulla -. Este protagonista de nombre Assur es objeto junto con su familia cuando aún es un niño, de un ataque normando en el pueblo gallego de Outeiro. Para el infanzón Gutier de León que acoge a Assur tras el ataque, ese lobo que siempre acompaña al muchacho es "un alocado saco de dientes". Se llama Furco que significa furioso, furibundo, colérico, corajudo, airado, iracundo, rabioso, frenético. Evidentemente el objetivo de los normandos era la pasta, la sede de Santiago de Compostela que es rica debido a las múltiples donaciones de peregrinos provenientes de todas partes de la Cristiandad, y el objetivo de Assur era recuperar a sus hermanos capturados como esclavos por los hombres del norte, en especial a su hermana pequeña Ilduara.


Bueno, hay más. Pero no me seáis vagos coño y haced algo por una vez en vuestra punyetera vida, que no os voy a contar 900 páginas y la madre. 

domingo, febrero 04, 2024

Yapigios 11 - Parte 2

 

A partir de Chalkis ya fue más sencillo. Simplemente costeamos hacia el sur a través del Golfo sur de Eubea hasta salir al Mar Egeo y rodear la Paralia del sur de la Atica y llegar a Atenas. Una vez en el Pireo, se estuvo poco tiempo en puerto, ya que partimos en unas horas hacia Tarantos, una ciudad no muy agradable para nosotros puesto que había habido confrontaciones de Tarantos contra Yapigios y Mesapios desde hacía mucho, y para más inri nada favorables para mi pueblo, el final de nuestra larga travesía en barco desde el Ponto Euxino. Y en apenas dos jornadas caminando por la costa llegamos a Metapontion. Una vez en la ciudad fuimos directos al templo y, podéis creerlo? no nos recordaban. Jmag lo cogió al vuelo y la armó. Que después de que habíamos ido al fin del mundo por un Oráculo que huele a heces … que después de que nos habíamos jugado el cuello mil veces … hay que ver lo enfurecido que se puso (o que fingía estar), hacía un montón de aspavientos (me recordaba al capitán persa de Jerusalén en sus intercambios comerciales del puerto de El Pireo), y desde luego los sacerdotes no sabían ni qué hacer ni donde ponerse. Al final sacó de debajo de su capa las tablillas que yo había tomado prestadas en el Lop Nur y él me arrebató en Bizancio. "Aquí tenéis - les dijo poniéndolas encima de la mesa - hemos conseguido estas tablillas para el dios Menzanas (1)". Y nos fuimos antes de que se les ocurriera hacer preguntas, lo cual agradecí. Volvimos a salir de la ciudad. En las afueras estaba la desembocadura del río Brandano que solo teníamos que seguir hasta su inicio, andar como un estadio o dos hasta alcanzar el nacimiento de otro río, el Aufidi y desde allí seguir la costa hasta el sur dos o tres jornadas más hasta Vetonte, "la ciudad de los olivos". Ahora, bueno ya tengo mis añitos. Toca sentarse bajo uno de esos olivos y contar batallitas a los chiquillos sobre un extraño caballo dorado.

 


 


 (1) - Dios Menazas: Se cree que el dios Menzanas tenía que ver con el Poseidón griego ya que a Poseidón se le sacrificaban caballos, toros y otros animales del mismo tipo y el escritor griego Aristófanes quien solía extraer sus piezas teatrales de la cultura popular lo denomina "Señor de los caballos".
 
 FIN-E

Yapigios 10 - parte 2

 

En lo particular, se decidió acudir al templo a orar. Yo había estado en el extranjero demasiado tiempo, y no caí en lo que implicaba una visita al templo de la ciudad hasta que no fue demasiado tarde.

En la religión griega, no se puede entrar en un santuario, donde se adora al dios si uno no se ha purificado antes. Evidentemente tuvimos que lavarnos y fregarnos bien en cuanto los sacerdotes se enteraron que veníamos con un caballo, y más después de un viaje por medio mundo mundial. En cuanto vi el agua, mi piel adquirió el tinte amarillento que tenía la de nuestro amigo oriental Qiang. Pero no podía salir de allí, así que decidí que ya que íbamos a lavarnos, mejor acabar cuanto antes. En cuanto a los humanos, no problemo. El agua salió negra después de correr por nuestros cuerpos, pero nada más. Pero cuando un servicial sacerdote le tiró un cubo enorme de agua a nuestro Xanthus particular, y este relinchó por lo fría que estaba, lo que salió fue agua con tinte dorado y se descubrió el pastel. Todos se quedaron mirando alternativamente al caballo que ya era un Bayard normal y no un Silver Blaze y al río dorado oscuro que escapaba hacia el desagüe del templo. Finalmente, los ojos de todos los asistentes se fijaron en mi poco humilde persona que en esos momentos intentaba esconderme en mi propia sombra. Jmag me escrutó con sus ojos de búho, tamborileó con sus dedos pulgar e índice en sus muslos mientras avanzaba unos pasos hacia mi y me preguntó "bueno Gjoan, explícate" "Pues no hay mucho qué decir. Di el cambiazo en Arshi. Un amigo herrero de Gian tenía un caballo similar al dorado, solo tenía un defecto en una pata izquierda y se resentía si se montaba demasiado seguido, pero como era yo quien lo guiaba podía decidir llevarlo casi todo el viaje de la rienda y así no lo habéis notado". "No, si debió extrañarme que cedieses el venir con nosotros y traer el caballo cuando era evidente que lo que querías era dejarlo con los uigur. Entonces, nuestro caballo dorado está allá no?" "Pues sí y lo cuidarán de fábula, yo solo le añadí al otro una capa de tintura dorada que encontró Gian el aquel depósito del Lop Nor" "Tienes al menos algo? alguna lámina, algún tapiz, algún grabado en una tira seca de ganado del caballo dorado? te conozco Gjoan, y sé que habrás 'tomado prestada' cualquier cosa de aquel depósito del Lop Nor" "bueno - dije sacándome una placa de debajo de la camisa y tendiéndoselas - conseguí sacar estas placas" "menos es nada - rezongó Jmag arrebatándomelas -".



Bizancio


Cuando los ánimos se calmaron, nos hicimos de nuevo a la mar rumbo a la isla de Proconeso, donde haríamos un breve alto en nuestro viaje antes de entrar en el Helesponto. Solo que al salir de Bizancio, unos vientos contrarios un poco más y nos arrojan a la costa opuesta del Popóntide, a la Bahía de Kios visitada por Mileto en 630 a.c. cuando fundaron la ciudad. Pero mucho tiempo después de maniobrar en círculos enfilamos hacia la isla de los corzos donde nos aprovisionamos de agua potable y luego seguimos ya camino a través del Hepesponto. El Helesponto nos costó cruzarlo mucho más que el Vosporos, ya que mide el doble, y nos detuvimos en varias ciudades. Lo hicimos en deferencia a Jmag ya que eran ciudades que salían en la Ilíada tales como Pitiea, Percote y Abido. En la costa contraria de esas ciudades está Quersoneso tracio, una península extensa en forma de calzador y de bastante anchura. Cuando alcanzamos la salida del Helesponto navegamos hacia el sur a la isla de Tenedos donde atracamos en su puerto llamado Boreal e hicimos sacrificios en el templo que erigieron los eolios a Apolo Esminteo. De allí fuimos a la isla de Lemnos, concretamente a Hefestia. "Bueno, esperemos que la tribu de tracia sintia no nos robe en esa isla" - me dijo Jmag mirándome con toda intención -, es que no hay forma que me la perdone. Y lo más jodido, porque ya nos íbamos desde Lemnos y navegábamos sin costear hasta la Grecia continental y la ciudad de Yolco en Tesalia. Lo cierto es que Yolco está envuelto por un brazo de tierra que forma el Golfo Pagasético. Como curiosidad y tirando de erudición, Jmag nos dijo que cuando la convención de Londres de 1832 declaró a Grecia como reino independiente, la frontera norte se fijó en el golfo Pagasético. Pero volvamos al Siglo V a.c., ese golfo no tenía solamente salida por el mar, hacia el sur conecta con un canal interior que deja a tu izquierda la isla de Eubea y el continente a tu derecha y llega hasta la ciudad de Chalkis.

 

 

 

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Yapigios 9 - Parte 2

 

Bueno, Cutatisium, es una ciudad con numerosos jardines, con un aspecto verde en primavera y rojo-amarillento en otoño ya que llueve casi todo el año. Llegamos, vimos y nos asentamos, porque estaba claro que nos costaría encontrar a alguien que quisiera llevarnos en una Odisea a través de dos mares, con el regalito de la bajada por el último trecho de río Fasis. También me enteré que el F.C.Torpedo Kutaisi es un equipo de futbol que juega como local en el Estadio Ramaz Shengelia. Asimismo, el F.C.Dinamo Kutaisi, es un equipo de fútbol de Georgia que juega en la Liga Regional de Kutaisi. Ha tenido su mejor época durante el periodo de la República Socialista Soviética de Georgia. Por tanto, el nivel cultural de esta ciudad es bastante alto creo yo. Bien, al menos me enteré que arquitectos valencianos han construido una Sede del Gobierno Georgiano en esta cuidad. Finalmente tomando unas copas de Vino de Samegrelo nos fijamos en otro grupito que estaba bebiendo con pinta de gente marinera y el hecho de estar en tierra bebiendo y charlando quería decir que estaban sin ocupación en esos momentos. Sin pensarlo mucho nos lanzamos a hablar con ellos, para averiguar qué tipo de barco tenían, qué viajes solían hacer y qué precio nos harían si llegábamos a un eventual acuerdo. Habéis visto con qué maestría he usado el término "eventual", y ahora el de "maestría"?, joder si estoy hecho todo un hacha. Estábamos en el mes de Antesterión. Nos dijeros que esperáramos al mes de Elafebolión ya que el río Fasis era navegable pero tendría más agua a partir del mes próximo. De forma que les hicimos caso y esperamos a Elafebolión y no hubo problemas en bajar por el Fasis hasta el Ponto Euxino.










Nuestra primera parada en el Ponto Euxino fue el puerto de Trebisonda fundada por comerciantes griegos de Mileto. Nos encontrábamos en una zona más o menos conocida, y bueno, nos desinhibimos, nos dejamos llevar por la gente del simpático lugar, y comenzamos a bailar con ellos lo que danzan en tiempos de cosecha hasta altas horas de la noche. Como ya no podíamos continuar el viaje, varamos la nave en la playa y una familia nos acogió esa noche en su cabaña cercana a la costa. Ya a la mañana siguiente y después de tomar un poco de Kefir partimos rumbo a Amiso. Jmag estaba como loco, decía que igual encontrábamos amazonas en ese área. Ya estaba contándonos cosas de Pentesilea, de Hipólita y de los Doce Trabajos de Hércules ... Poirot. Desde ahí ya marchamos hacia Sinope. La principal de las colonias griegas del Ponto Euxino. Situada en la costa de Paflagonia es una ciudad relacionada con la leyenda de los Argonautas. Legendariamente, fue fundada por Autólico, un argonauta y compañero de Heracles. Pero la tradición dice que fue fundada como colonia de Mileto, si bien Herodoto atribuye la fundación a los Cimerios, y tras expulsar a los Cimerios se estableció una colonia de Éfeso. Nuestra última escala en el Ponto Euxino fue Bartin. La ciudad se encuentra a 2,6922 Estadios del río del mismo nombre, que es navegable entre la ciudad y la costa del Ponto Euxino.

Como ya terminamos nuestro periplo por el Ponto Euxino, pronto nos dispusimos a cruzar el Vosporos y entramos en el llamado Propóntide. Justo antes de entrar en el Propóntide nos detuvimos en la ciudad de Bizancio, ya que en cuanto se sale del Vosporos te encuentras la entrada al Khrysokeras por un lado y al Propóntide por la otra, y solo Bizancio en medio en una península de punta alargada. Una vez en la ciudad, un mercader que conocía nuestro amigo el capitán de barco que nos había llevado a la ciudad, nos ofreció la explicación de la fundación de la misma. Nos dijo que la había fundado un comerciante de nombre Bizas, que era hijo de Poseidón y de Ceróesa, aunque según malas lenguas en realidad era hijo del Rey Niso, y había llegado con una expedición de colonos de Megara. Cuando fundó Bizancio, frente a Calcedón, creía firmemente que los megarenses habían cometido un error al fundar la ciudad de Calcedón justo en el lado de influencia persa y creía de igual modo que Bizancio estaba en el sitio correcto de influencia griega. Dijo que era muy valiente, Cuando el tracio Hemo atacó Bizancio, Bizas lo combatió y lo persiguió hasta Tracia. Bizancio tiene a Hera como a diosa tutelar, aunque es Hermes quien guarda sus abundantes graneros repletos de trigo, cera, cuero y tarros de miel y salazones.






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Yapigios 8 - Parte 2

 

Pasamos unos días en Arshi, pero habiendo cumplido nuestro objetivo de haber encontrado el caballo dorado era hora de preparar el camino de vuelta. De forma que nos sentamos con Gian y con la familia con la que estábamos y guiándonos por su conocimiento de la zona trazamos una ruta hasta Kophes hasta el Oceáno Hircanio.

El primer paso que teníamos que dar era sencillo ya que era simplemente desandar lo hecho en el último tramo de nuestra ida. Teníamos que bajar hasta Harappa y sus murallas, luego continuar hasta Derawar que ofrece su agua a los caminantes del Desierto de Cholistán y finalmente pasar junto a Larkana. Luego ya viene Kophes y empieza el viajecito de verdad. Y efectivamente se llegó a Kophes sin ningún contratiempo, llevando unas mulas de carga para las cosas de los viajeros y al caballo dorado atado a una cuerda lo llevaba mi humilde persona, ya que finalmente volví con el grupo después de haber cedido a mis pretensiones de que el caballo se quedara en Arshi. En Kophes hicimos alto en una fonda donde preguntamos si salía dentro de poco alguna caravana rumbo al Océano Hircanio. Nos dijeron que efectivamente había una que lo rodeaba por el sur, de forma que pasamos los días visitando los bazares y los templos de Ahura Mazda, mira tengo una amiga que se llama Magda. Por fin salió nuestra caravana. No era una caravana muy grande aunque sí bastante heterogénea, no era como el tapón de coches que se forma en las ciudades los fines de semana. Nuestra primera parada era la ciudad de Hariova famosa por su abundancia de cereales, de la que nos dijeron que el nombre de su río se traducía por "con velocidad", así que mejor no caer dentro. De ahí, marchamos a Varkana (la Hircania griega, los griegos identificaron una ciudad con toda una región supongo que porque hubo algún mercader griego que compraba allí alfombras, no sé). Y casi inmediatamente sin detenernos a ver el aeropuerto internacional de Varkana nos fuimos a la ciudad portuaria de Sari, donde nos separamos de la caravana y buscamos cómo surcar en diagonal el Océano Hircanio hasta el puerto de la amurallada Derbent. Tras mucho buscar, encontramos a un pescador de la zona que salía periódicamente de pesca a unas cuantas islas de este mar interior. Había que perder bastante tiempo, ya que iba de isla a isla y tiro porque me toca, pero no teníamos mucha prisa y era una buena forma de cruzar hasta Derbent. Bien, fuimos al puerto a buscar la barca con que hacernos a la mar y enfilamos hacia la derecha. La primera isla que iba a visitar se llamaba Ogurja. No nos costó mucho llegar a ella ya que no estaba muy lejos y no fue una travesía muy tormentosa aunque sí bastante fría desde luego. Era una isla alargada y estrecha y allí tenía una especie de caseta de donde recogió sus útiles de pesca y enseguida nos fuimos a nuestro próximo destino. Se ve que el pescador allí solo recogía sus cosas. Cruzamos a la otra orilla del mar, parecía que unos jugadores enormes estuviesen jugando con nosotros y arrojándonos de un lado a otro de un tablero de juego. La siguiente isla se llamaba Nargin y allí sí que iba de pesca, sobre todo de pesca del Esturión. Tenía bastante paciencia para la pesca, de forma que tocaba echar una cabezada. Éramos 5 en una barquita no muy grande, pero nos arreglamos como pudimos y a dormir como ceporros. De allí fuimos a la gran isla de Bulla (no, no insistáis que no pienso hacer el chiste de que en esa isla metió mogollón de bulla) donde nuestro pescador no tuvo demasiada suerte, quizá por los depósitos de gas y a la contaminación por hidrocarburos. De manera que fuimos a la arenosa isla de Vulf, donde lo juro por la divina Tetis y sabéis de sobras que Tetis es una ninfa marina y una Nereida, nos saludaron unas simpáticas Focas. Después de echar un tiempo las redes, fuimos costeando y contorneando la Peninsula de Absheron o "lugar de agua salada" hasta dar con la isla de Pirallahi. En la isla se los pirados que tiene forma como de hueso, otra vez se puso a pescar lo que nos desesperó considerablemente, pero nos consolamos con el hecho de que luego ya nos iba a desembarcar en Derbent que estaba algo más al norte en esta misma costa, y él volvía a cambiar a la acera de enfrente a probar suerte en un grupo de islotes llamado Tyuleniy .










Desde Derbent nos adentramos a pecho descubierto por tierra formando una especie de V en cuyo vértice inferior encontramos la ciudad de Kirovakan que sería nuestro próximo destino. Kirovakan fue un sitio solo de paso y saldríamos de ella hacia Cutatisium a orillas del río Fasis. En Cutatisium había que contratar un barco que bajara por el río Fasis, navegar el poco trecho que había entre la ciudad y el Ponto Euxino, costear el mar, cruzar el Vosporos y el Helesponto y llegar a Atenas. Pero me refiero a un barco de verdad, no a la barquita del Océano Hircanio, si bien de poco calado para que pudiese bajar por el río. 

 

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jueves, febrero 01, 2024

Yapigios 7 - Parte 1

 Torcimos hacia la izquierda hacia zonas más montañosas. Y tras una larga caminata llegamos a las orillas de un lago salado donde pudimos descansar. Debo decir que el lago es salado, pero desaguan tres ríos en él de forma que pudimos reponer nuestra provisión de agua potable sin problema. Finalmente nos echamos todo lo largo que éramos a roncar un rato en la orilla. De repente noto una humedad insólita en mis mejillas, lo que me recuerda que es el día internacional del beso, y cuando abro los ojos me encuentro con unos ojos equinos al otro lado. Un caballo inclina su cabeza sobre mi y me despierta a lametones. Como me levanto de golpe un poco más y me pego un coscorrón con el caballito de marras. Termino de ponerme de pie a trompicones y echo un buen vistazo al animalejo. Juro por Isis y Neftis que era el caballo dorado de Gian. Entonces Jmag y yo tuvimos un "debate filosófico" sobre qué hacer con el ejemplar. Jmag quería llevárselo a Yapigia para ofrecerlo a nuestro Señor de los Caballos, el dios Nenaza, digo Menzanas, ya que sería el único digno de ser montado por él. Yo argüía que debía quedarse allí con los suyos puesto que era donde había nacido. Pero finalmente cedí. Ya que estábamos en la zona de influencia del Zoroastrismo - dije - había que hacer buenas obras y ceder en nuestras pretensiones. Decidimos volver por un camino más directo a Arshi, y una vez llegamos le comunicamos a Gian todo lo referente al descubrimiento del caballo dorado y a lo que habíamos decidido hacer con él.

Desde luego, nosotros ya habíamos cumplido nuestra misión,le comunicamos a Gian todo lo referente al descubrimiento del caballo dorado, y ahora tocaba coger las de Villadiego


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Yapigios 6 - Parte 1

 

Gian fue directamente hacia un montoncito de tablillas apiladas en un rincón del depósito y, tras rebuscar y palpándolo un poco nos tendió una de las de la parte de arriba como mi abuelo cuando escoge una sandía más madura y mejor que las demás. En la tablilla, que era pequeña aparecía un caballo alado con las patas extendidas y como volando hacia abajo. Su piel llameaba y su sola presencia imponía. Era un ejemplar magnífico. Gian nos dijo que ahora ya no se veía ningún caballo dorado de esos, pero según los textos antiguamente en el norte (donde vive el pueblo Saka) existían algunas manadas de ellos. Bueno - nos dijo Jmag echándonos a la cara su erudición griega - El inmortal Xanthus, que significa ‘dorado’, tiraba del carro de guerra de Aquiles en la Ilíada de Homero. Y ale, hacia el norte, por si acaso quedaba algún caballo dorado de esas manadas y podíamos ofrecérselo a nuestro Señor de los Caballos.



Nota: Los caballos de pelaje dorado y crines y cola de color blanco plateado son conocidos como caballos palominos. No se sabe con certeza de dónde proceden, aunque se cree que su coloración podría haber surgido por primera vez en Oriente Medio hace miles de años, desde donde se extendería posteriormente a China y Europa gracias al comercio y a la conquista. Popularmente se cree que el palomino podría haber sido el resultado de una adaptación de los caballos salvajes del desierto para camuflarse con un color similar al de la arena,” Arqueólogos chinos han llevado a cabo análisis de ADN en los restos de cinco caballos encontrados en un complejo de tumbas de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, descubriendo que uno de ellos era de un singular color dorado con las crines y la cola blanca. En algunos antiguos tapices hallados en Asia se puede ver este casi mítico caballo dorado, aunque se desconoce realmente el lugar de origen de esta raza singular. Los restos de este caballo fueron desenterrados por primera vez en el año 2006 en un complejo de tumbas datado entre el 400 a. C. y el 120 a. C. Los caballos, junto con otros restos de animales, habían sido enterrados como sacrificio para tres personas diferentes, que se cree que pertenecían a una comunidad nómada. Los enterramientos de caballos eran comunes en la antigua China, y a menudo reflejaban la posición social del propietario de la tumba. En ese sentido, los arqueólogos descubrieron una elaborada tumba de hace 2.500 años en la provincia de Henan, posiblemente de la realeza, junto con una fosa funeraria en la que había seis carros de guerra y 13 esqueletos de caballos completos.



Pues nada, nos dijo que fuéramos a un lago llamado Lago Ebinur que se encontraba a unas 18 jornadas al Noroeste, pero que ya que íbamos a esa zona que nos desviásemos algo al Este puesto que había unos paisajes en un cañón muy bonitos y sería una lástima no verlos.

Bueno, a la mañana siguiente salimos de Arshi con un guía de la aldea que nos recomendó Gian con rumbo Norte y luego ya enfilaríamos hacia el Oeste. Por la mañana, no había quien despertara a Jmag, un poquito maaas mami … estaba ahí todo espatarrao como una Aproditia en versión cutre y calzones. No tuvimos piedad con él y le endiñamos un cubo de agua fresquita del río y pegó un salto como un conejo que sale a toda pastilla de su madriguera si encuentra una serpiente dentro. Cuando Jmag ya estuvo en pie … y "lavado" … nos pusimos en marcha. Joder, el caminito no era nada  agradable. Era como un páramo todo pelado y nada a la vista. Todo era andar y andar y no aparecía nada, así que preguntamos al guía de nombre impronunciable si llegaríamos a un sitio donde cambiaría el paisaje y nos dio la misma respuesta que le da el cerrajero a Penny en Big Bang Theory y Sheldon le pregunta si está frustrada porque le ha dado una respuesta en forma de taulología, "se llegará cuando se llegue". Cuando al fin "se llegó", y tardó bastante en llegar, vimos que el paisaje había cambiado bastante. Solo que el tiempo no acompañaba, ya se sabe "los pajaritos cantan, las nubes se levantan. Que sí, que no, que caiga un chaparrón …" Afortunadamente vimos una cueva parecida a la cueva de Posia y pudimos resguardarnos o quedaríamos más remojados que el gaznate de Dionisio. Y entre la lluvia vimos esto:





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Yapigios 5 - Parte 1

 

Según mis cálculos llegamos cuando se celebró la Olimpiada 129, aunque eso no lo tengo claro. Arshi era una población pequeña y no tenía un templo adecuado. Solo había un sacerdote budista, que guardaba conocimientos ancestrales de la zona y que dijo que era un Bonzo budista que no era del Tamir ni de las ciudades del desierto de Taklamakan o circundates, pero que hacía mucho que había venido a Arshi. Se llamaba Gian o "Maestro del conocimiento" (conocimiento con "n" no con "ñ") y estuvo encantado de mostrar lo que sabía a viajantes que venían de tan lejos y que se habían mojado las posaderas en los lagos camino a Yarkand. Vestía con una amplia túnica plegada hábilmente a su cuerpo y un tocado que otrora había sido suntuoso y ahora se quedaba en tiñoso adornaba su primorosa cocorota. Le recordé que precisamente cuando aconteció lo de remojar nuestras nalgas en los lagos se me metieron piedrecitas en el calzado, y se mostró realmente compungido por tan siniestra circunstancia. Nos dijo que desde que llegó hacía ahora siete estaciones a la población, había guardado y catalogado todo lo que pudo encontrar y escuchar para luego copiarlo en papiro y lo demás lo tenía convenientemente conservado. El papiro era caro pero afortunadamente cada dos inviernos venía una caravana desde Bagdad y en ella viajaban mercaderes a quienes podía solicitarles alguna remesa. Cuando nos asentamos en Arshi, di un cambio que te cagas, vamos que no me reconocería ni la madre que me parió. Parecí adaptarme al entorno, a las nuevas circunstancias y a la cultura uigur. Solía decir que lo que me gustaría sería quedarme aquí para siempre y aunque nadie me hacía demasiado caso, no sé, es que parecía que lo decía en serio y todo, con esa forma de decirlo como quien no quiere la cosa pero a la vez, no trasladando una preferencia ni un gusto, sino algo que ocurriría de todos modos. Pero bueno, lo dicho, nadie me hacía demasiado caso.

Un día Gian entró en la vivienda en la que nos encontrábamos y nos comunicó que había descubierto unas pinturas en tablillas. La vivienda uigur en la que estábamos establecidos no era muy grande, pero era bastante funcional, así que pudimos atender correctamente a nuestro invitado, ofrecerle asiento en una estera que poseíamos y algo de Kumis que nos habíamos agenciado. No hacía ya mucho calor, pero como Gian ya tenía una cierta edad y la casa en la que vivíamos estaba excavada directamente en la tierra y mantenía la temperatura ya hiciera frío o calor, supongo que su ya avejentado cuerpo lo agradecía.




Casa de la zona




De esa manera Gian pudo contarnos tranquilamente todo lo relativo a su descubrimiento. Comenzó el relato diciendo que al llegar a Arshi, se encontró con que las antiguas religiones de la zona tenían su centro en la ciudad, pero un pequeño depósito en el área del Lop Nur, que son unos lagos salados cuyas zonas exteriores se resecan y resultan ideales para conservar cualquier cosa. Finalmente le comunicaron la ubicación exacta de ese depósito y pudo hacerse con su control. Primero había que hacer un muy corto recorrido paralelo al río Liusha hacia el sur hasta el lago Bosten, y luego un viaje por el desierto hasta el Lop Nur y la cueva donde estaba el depósito. Así que lo dicho, primero lo más sencillo, que era bajar un corto trecho hasta el lago bordeando el río, pero luego ya había que confiar en que la memoria de Gian no fallara y recordase la ruta que había que tomar desde allí a través del desierto para llegar al Lop Nur. Solo recuerdo que cuando nos adentramos en el desierto me encomendé al dios por quien estábamos bendecidos según el capitán persa de Jerusalén, el dios persa del tiempo y el destino Zurván. Pero finalmente llegamos a una especie de montañas arenosas endurecidas que había horadado las aguas saladas del Lop Nur, y una de esas oquedades, algo más grande, nos invitaba a entrar. O sea que la memoria de Gian seguía intacta y nos guió al interior del depósito. Después de apartar unos arbustos, Gian descubrió la abertura nos tuvimos que agachar para entrar en una cueva que no era excesivamente grande. Jmag llevaba una antorcha y su llama iluminó Cosas Maravillosas, clarifico había un montón de pliegos, tablillas y cerámicas y tal y como se nos dijo ordenadas.

 

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