Comentarios de libros, relatos fantásticos cortos (invenciones propias), algunos recuerdos y comentarios de paseos por jardines
martes, diciembre 10, 2019
Vespasiano tribuno de Roma de Robert Fabbri
lunes, diciembre 09, 2019
Xixona a la Feria del turrón y Castalla
He visitado una población que en una web se congratulan que es la muy Leal y Fiel Ciudad de Xixona a pesar de tener unos 7.000 habitantes mientras que otras con más volumen de población son solamente Villas y no precisamente Thais. Bueno, yo ahí no quiero meterme ... demasiado, pero creo que la Villa a la que se refiere no alcanzó dicho volumen hasta Febrero de 1561 en que Felipito le dio un empujón hacia el lugar indicado y más tarde que fue cuando fichó a Cristiano Ronaldo naturalmente.
En realidad, el viajecito incluía hacer primero esa visita a Xixona y su Feria del Turrón y luego darnos una vuelta por la población de Castalla. Pero yendo por partes, se iba primero a Xixona, y para llegar allá se cruzaba el túnel de l'Olleria que es bastante corto, solo que después de pasarlo hay un paisaje digno de ser contemplado. Con una bajada sinuosa en esas en las que les rezas a Thot, Zeus, Ishtar, Amón y todos los dioses porque no halla tráfico. Mi acompañante tenía un vértigo de narices y la bajadita pues se le hizo interminable, la pobre mujer no hacía más que taparse la cara con una estola y cuando por fin llegamos fue derecha al conductor y le preguntó si haría el favor de decirle si íbamos a volver por el mismo lugar, afortunadamente para ella no teníamos que hacerlo. Después de la aclaración, visitamos un Belén a tamaño real que hay camino de la Feria que es adonde íbamos. Teníamos 4 horas hasta las 15,00 que es cuando nos reuniríamos para ir a Castalla. De manera que en ese tiempo podíamos catar turrón, comprarlo, visitar la Ciudad sacando fotos y comer.
Belén de Xixona |
Cascada con patos en el belén de Xixona |
Bueno, tras visitar Xixona he de redimirme y confesar exponiendo mi alma impura a SUS Benditos Ojos. Cuando contraté el viaje a Alicante conocí a una gaditana. Ella iba en la parte de la ventanilla del autobús y al ver a lo lejos el castillo de Castalla, tan geométrico y bien construido comentó lo bonito que era, de manera que busqué Castalla y la puse como favorito en el móvil. En esta escapada de la Fiesta del Turrón de Xixona y Castalla confieso que buscaba visitar esta última. Y ahora confesad vosotros, esperabais algo más jugoso cuando os he dicho que conocí a una gaditana. Porque encima era gaditana, son famosas. Malditos hijos de Sauron. Mereceríais El Pozo y el Péndulo de E. Allan Poe. En fin ahí van algunas fotos de Castalla.
Iglesia de la Asunción Iglesia de la Asunción Iglesia de la Asunción
Iglesia de la Asunción
Friso de la Casa Roja |
viernes, diciembre 06, 2019
La Conjura de Curtis Garland
domingo, diciembre 01, 2019
Odio a muerte la maratón
A partir de hoy, odio a muerte la Maratón, la media Maratón, los 3/4 de Maratón y el famoso 3 kilos maratoniano con guarnición de cebolla y tomate. Odio hasta al pobre Filipides o a Tersipo o a Eucles o a quienquiera que comenzase lo del nombrecito. Solo sé que hoy iba tan feliz y contento al yacimiento del íbero Tos Pelat en Moncada, iba a cruzar la Calle de la Reina que tengo casi enfrente de mi casa y ¡hop! ¡quieto parao! veo pasar un río continuo de corredores que más parecían cabras en celo, unos detrás de otros, los tías con gorra tipo Nike generalmente puesta del revés y muchos tíos con la calva al solito que les hacía falta un limpia parabrisas, eso sí todos llevaban esas cintas para el sudor considerándose de esa forma un poco como atletas profesionales, había uno hasta con un aparato de esos que es a la vez pulsómetro, podómetro, cronómetro y todos los metros que se pueda uno imaginar. Perdonar por el cabreo, pero es que el corte de la calle me ha jodido el plan y habré de rehacerlo. Desde luego la mayor parte de la gente cruzaba esa marea humana por otro lado interminable a la carrera y seguía con su día, pero es que yo no puedo correr, ni siquiera un poco, porque a la mínima, ¡pataplum! És tot amics. Eso es todo amigos. That's all, folks.
miércoles, noviembre 27, 2019
Museo Arqueológico de Moncada
Bueno, he de decir que inicialmente iba a ir a la población costera de Cullera para ver sus monumentos, los de piedra no los de dos patas. Pero al final me decanté por ir a Moncada para visitar su Museo Arqueológico, para echarle un ojo a una vivienda andalusí que excavaron y vallaron y está permanentemente expuesta en una placita del pueblo y para preguntar acerca de los horarios de visita y las vías de acceso al yacimiento íbero del Tos Pelat cercano a la localidad. Voy a obviar todo el viajecito en metro hasta el pueblo en cuestión. Solo diré que fui con la línea 5 hasta la estación de Àngel Guimerà donde hice trasbordo a la línea1 dirección Bétera. De lo que sí me di cuenta es que pasamos por la estación de Burjassot entre otros lugares y Burjassot es una población bastante importante, sería interesante echar un vistazo. Bueno, ya en Moncada lo primero que busqué fue el Ayuntamiento ya que supuse que habría un punto de Información Turística o algo parecido por allí. Parece que en eso me equivoqué. Lo que sí me indicaron es dónde estaba el Museo Arqueológico. Pero como aún tenía algo de tiempo me paseé con tanta suerte que casi me doy de narices con la llamada Casa Andalusí, de manera que me entretuve contemplándola y sacando unas cuantas fotos. Solamente que luego ya no recordaba dónde me habían dicho que estaba el Museo. Menos mal que un grupo de chavales que estaban por allí haciendo el … bueno haciendo lo que sea que hiciesen acabaron ayudándome. Ya no tuve problemas para llegar a mi destino, pero pese a ello no visité el Museo porque aún no había llegado el Arquitecto. De manera que “me invitaron” a consultar algunos de los libros de la Biblioteca, porque no lo he dicho, pero el Museo está en la Biblioteca Municipal y así hiciese tiempo mientras lo esperaba. Cuando tras un cuarto de hora más o menos y como cinco estanterías de tomos revisados y desechados por mi para una posible lectura superficial más o menos, llega el Arquitecto. Y empieza a ponerme al corriente. Que el Museo es pezzzpeñin y hay que dejarlo crecer... comparado con los de otras poblaciones, que en el lugar donde poseían el yacimiento el terreno era un 99’9 % del Término de Moncada y el restante 0’1 % era del Término de Bétera. Me ofreció unos folletos ilustrativos, incluido uno del Tos Pelat con la Ruta la hora y el lugar de salida de la visita guiada. Me dijo que en ningún lugar de la Comunitat Valenciana existe ninguna población (capitales provinciales incluidas) que tengan una casa andalusí como la que posee Moncada.
lunes, noviembre 18, 2019
Isla de Tabarca
Hace poco pensé que era buena idea visitar la isla de Tabarca en el Sur de la Provincia de Alicante, después de todo es nuestra isla más grande. Imaginad si tenemos islas grandes que esta llega a unos “inmensos” 400 metros más o menos. Tabarca crece un poco más y alcanza el tamaño de Groenlandia. Bueno, una vez tomada esta decisión transcendental en mi ajetreada vida, hube de levantarme temprano para poder ducharme, despiojarme, embotellarme y todos los verbos que se os ocurran y luego ocupar mi asiento en el autobús camino de Tabarca.
Salimos físicamente de la Calle de la Serrería junto a la Estación del Cabanyal a las 7’45 horas a.m. El autobús hizo una breve paradita en un bar de carretera para tomar un café cerca de Montesa y luego seguimos hasta Santa Pola que es un sitio que mola, donde había que tomar un ferry a la isla a las 11’00. La guía nos comentó que esos barcos no esperan por nadie, “ni solamente un segundito por favor ...” ni chorradas de esas así que estuviéramos al tanto o nos tocaría esperar al siguiente ferry y luego comeríamos mucho más tarde. Afortunadamente todo el mundo llegamos a la hora, porque es la pura verdad que esos tíos no esperarían ni a su propia madre aunque no la viesen después de estar 7 años en el extranjero, ni así. El trayecto a Tabarca se me hizo agradable. Me senté con una familia que tenía un perrito de esos enanos y de pelo rizado, lo ataron en el pasillo metálico del ferry para que estuviese algo fresco del calor ascendiente que ya se empezaba a notar y comenzó a intentar cazar a dentelladas varias moscas que ya le rondaban. Al mismo tiempo el niño del matrimonio que se había sentado con la madre y la niña del mismo que se había sentado con el padre, lo típico, comenzaron a saludar con la mano por las ventanillas a los catamaranes y veleros que nos pasaban de vez en cuando, de postal. Una vez en la isla, la guía nos comentó que era imposible que nos perdiéramos, así que nos podíamos desperdigar e ir cada uno por su cuenta con tal de que nos reuniéramos allí a la hora acordada. Como la isla es pequeña, hay tiempo para fotografiar, dimos hasta con una boda de una pareja que tuvo la simpática idea de casarse en los restos de la muralla. Y desde luego es un lugar ideal para el baño de los críos y para los críos en general. En mi paseo por la isla vi a un nano y a su papi jugando a piratas haciendo en cabra y gritando eso de ¡Zafarrancho … al ataque mis valientes …! y todo eso alrededor de un torreón vigía de esos antiguos con espadas de madera, parches negros, pañuelos anudados a la cocorota y una camisa tipo Popeye. Por cierto, nos dijeron que en la isla hay un hotelito que es la casa del antiguo Gobernador, “o sea que la estancia sería histórica” tal como dijo la rubita que era nuestra guía. Bien, finalicé la estancia que se me hizo corta pero muy bonita, y volvimos a Santa Pola. Aunque allí no paramos. Continuamos el camino hacía el Norte, hacia la Comarca de la Safor donde íbamos a comer, en un pueblo llamado Potries, y luego ya a Valencia. Hubo un pequeño retraso por un problemilla informático que estropeó el aire acondicionado. No es una tontería, porque es un bus de esos modernos cómodos y automatizados que no se abren por ningún lado, por lo tanto en poco tiempo aquello era una sauna y evidentemente comenzaron las quejas. Pero los de la Agencia actuaron muy rápidamente. Pararon en otro bar de carretera de cuyo nombre no puedo acordarme, y cambiaron todo el puñetero autobús. Y ya con el bus nuevecito continuamos camino a casita.
Museo de la Festa de Algemesí
A ver, quiero que recitéis conmigo dando golpes acompasados en vuestro pecho al mismo tiempo: “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, padre Nuestro Omnipotente Creador del Cielo y de la Tierra y por cuyo Gran Poder triunfamos en la insigne batalla de las Navas de Tolosa contra el ejército del pérfido infiel”. Bueno, tras esta perorata diré que por vuestra exclusiva culpa he tenido que marchar al Museo de la Festa d'Algemesí (Ni dona ni rossí ni res que siga d’allí - Ni mujer ni rocín ni nada que sea de allí). He tenido que ir allí en un tren algo destartalado, eso sí que se detenía en todas las paradas de lo que se pavoneaban los de RENFE, aterido de frío que parece mentira que esto sean las Valencias porque hace un viento con un airecillo que escarabaya’l pelleyu como creo que dicen por Asturias y en general por allá arriba y con hambrecilla porque he ido tarde y hasta llegar no he podido zampar algo. Lo malo es que una vez hube llegado, el Museo no estaba cerca de la estación y “naide” sabía “icirme” “onde” diantre estaba el museito, o porque no eran de allí o porque simplemente no lo se enteraban. Así que de momento al menos hube ayudarme a mí mismo. Nada más salir de la estación había una calle/carretera paralela a la misma, seguí por ella y no sé bien porqué pero decidí ir hacia la derecha y a unos respetables 100 metros había un cartel rosado que ponía Museo de la Festa de Algemesí. Seguí todo recto y a otros 200 metros o así había una entrada a la izquierda a un carreronet de merda con el mismo letrero de Museo de la Festa. Me metí por el callejón, pero por mucho que anduve no encontré el Museo, hasta que dí con una plaza amplia donde se hacía lo que se hacía en todas las plazas relativamente amplias: los abuelos tomaban el sol, los jóvenes lo que tomaban era café, había chicos tocando la guitarra, las mamás llevaban a sus hijos a pasear … vamos que me acerqué a un abuelo y a su nieto, y resulta que me indicó la calle por la que había venido. Tonto de mi, me lo había pasado, había ido por la calle de al lado y solo había visto el culo del Museo. Volví hasta allí, di la vuelta al edificio y allí estaba: el edificio era una iglesia. En una parte ponía “Información turística” en inglés y en la otra el nombre del Museo y su Horario. El Museo es gratuito para todos los públicos, tiene una planta baja y dos pisos a los que se puede acceder por un ascensor y desde luego cuenta con una Conserje rubia y entradita en carnes que parece que tenga una sonrisa permanente lo que es de agradecer cuando te dan la hora del cierre, suena un timbre que así te lo indica y has de salir aprisa y corriendo no vayas a quedarte encerrado.
sábado, noviembre 16, 2019
Museo Municipal de Cerámica de Paterna
Nada más llegar a la estación de Paterna, consulté en Google la calle donde estaba el museo. Resulta que está en la Plaça del Poble. Le pregunté a una señora que estaba cerca de la estación si sabía indicarme el camino y me dijo que siguiese todo recto una calle que había justo enfrente de la estación y encontraría una plaza amplia y allí era. Entré por esa calle y casi inmediatamente llegué a una plaza pequeña llamada Replaceta, pero a escasos 30 metros encontré una plaza más amplia con una iglesia pequeña y un edificio verde con el nombre de Museu Municipal de Ceràmica, la Senyera, la Estanquera y la ensenya local con la indicación Plaça del Poble. El chico que me atendió en el museo fue muy amable. De inicio me dijo que algunas vasijas y monedas romanas así como una osamenta desenterrada se encontraban en la planta baja, mientras que todas las demás piezas que dan su nombre al museo se hallan en el piso superior. El museo es gratuito para todos los públicos y exhibe la típica cerámica verde de Paterna.
martes, noviembre 12, 2019
Rodas la hija del Sol de Gillian Bradshaw
viernes, noviembre 08, 2019
El amante germano de Pilar Pedraza
domingo, octubre 27, 2019
Talos de Esparta - V. M. Manfredi
Gúdar
Hoy me han invitado a una escapadita para ver la Sierra de Gúdar. Porque aunque la que me ha invitado tiene una vivienda en Gúdar mismo, la idea era que hiciésemos una breve visita a la Virgen de la Vega que estaba de fiesta y luego ir a llenarse la barriga a Allepuz a unos 14 o 15 km.
La teórica salida desde Valencia era a las 9,30. Solo que nadie estaba a la hora; a unos se les había pegado las sábanas y se habían levantado demasiado tarde, otros no llevaban ropa de abrigo ya que allá arriba habría diferencia de temperatura, otros querían desayunar antes …, un verdadero desastre. Vamos que entre unas cosas y otras al final salimos a las 10,20 más o menos. Nos fuimos por la llamada Autovía Mudéjar camino de Teruel. Llegamos a la subida del Ragudo donde hicimos el típico chistecito con la rubia de la curva que a ver si teníamos la suerte que nos apareciese que estaba buena y todo eso. Según parece primero nos topamos con la Sierra de Javalambre y finalmente con la de Gúdar. Nos costó entrar en la Virgen de la Vega porque al ser la festividad local aquella carretera parecía un hormiguero humano, pero sorteando aquí y allá como si el coche bailase un extraño parajitos por aquí pajaritos por allá logramos entrar y hacer lo más complicado, aparcar. Mi padre decía que sabía más de iglesia que los propios curas. Desde luego era una pequeña exageración, pero solo pequeña, creo que he visto más iglesias por dentro y por fuera como para llenar varios catálogos, para fotografiarlas naturalmente. Pero mi anfitriona no estaba en la Virgen de la Vega y en su festividad nada menos solo para fotografiarla precisamente. Ella es una persona muy de iglesia y estaba allí para oír misa. Al finalizar la misa tiene lugar la entrada de la Virgen. En ese momento yo estaba en la puerta del edificio, antes de que entren las andas con la efigie de la Virgen, entran bailoteando y dando vueltas tres o cuatro pastores y unas niñas de blanco, todo muy idílico. Luego colocan la Virgen en su lugar habitual en lo alto tras una especie de vitrina, y los fieles van y se turnan para rendirle homenaje y besarle el manto. En ese momento, se me ocurrió sacar una foto con el móvil desde ese fondo de la iglesia a quien me había invitado pues supuse que le gustaría tenerla como recuerdo, pero al ser una foto muy precipitada, cuando tratas de agrandarla sale demasiado pixelada, aún así la quieren como recuerdo. Como curiosidad diré que había una ristra de chopos creo que eran esos árboles que tenían un diámetro que ya ya bordeando la carretera de salida de la población. De allí fuimos a jalar a Allepuz. Ya en la entrada del restaurante nos encontramos con dos bellezas: una silla hecha con lo que parecía un barril, si te sentabas ahí igual acababas un poco mareado; y la hija o sobrina del dueño del local quien se parecía a la Sofie del Inspector Gadget pero en morena. Comimos bastante bien, aunque yo me llené un montón. Personalmente comí migas para primero y lomo para segundo, con las migas habría tenido bastante. Bebí agua para no salirme del guión de lo que bebo habitualmente, pero de postre pedí un mousse de café cuando de postre suelo tomarme un flan y gracias. Una vez comidos, descansamos un poco y nos fuimos hacia el pueblo de Gúdar, pero en lugar de coger la carretera que han hecho actualmente, cogimos una cinta delgada y muy empinada que debió elegir algún caudillo íbero para huir de los romanos. Y como se dice por ahí éramos pocos y parió la abuela, un rebaño de ovejas con su pastora y su perro saltarín se nos metieron en mitad de la carretera ya casi al final de la subida y nuestros conductores tuvieron que poner los frenos de mano porque si no … Además, el motor de nuestro coche tenía poca potencia y se calaba cada dos por tres. Yo iba con una mujer mayor y siempre que ocurría eso nos mirábamos y luego mirábamos los dos a nuestro conductor porque era todo un espectáculo ver cómo se cagaba en todo cristo. Finalmente, la pastora y su perro pudieron apartar algo de la calzada a las ovejas y pasamos, solo que a los pocos metros ya vimos el pueblo. Al final los motores de los coches olían a quemado que aquello parecía una barbacoa de esas de USA que se hubiera estropiciado y abrieron la capota para que se airearan. Mientras mi anfitriona nos enseñaba su casa y las reformas que había hecho en ella. Porque aquello parecía la Cueva de San José que no se acababa nunca. Pero bueno, al final se acabó y volvimos a Valencia. Claro que eso es un decir porque nuestro conductor quien siempre va discutiendo con la propietaria del vehículo, distraído como iba un poco más y gira hacia el otro lado en lugar de en Valencia y acabamos en Teruel.
miércoles, octubre 23, 2019
Parque Doctor Lluch
lunes, octubre 21, 2019
Balbo la mano izquierda de César - León Arsenal
jueves, octubre 17, 2019
Objetos
viernes, septiembre 27, 2019
Alamut de Vladimir Bartol
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Hassan Ibn Sabbah, el Viejo de la Montaña, Reformador religioso y protagonista de la novela.
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Ibn Tahir, Suleimán, Obeida, Yusuf, Afan, Abdur, Ahman, Omar, Abdallah, Ibn Vakas, Halfa, Sohail, Ozaid, Mahmud, Arslan, Djafar, guerreros fedayines.
-
Myriam, Sara, Halima, Aisha, Djada, Sit, Safiya, Rokaya y Sulaika, aprendices de huríes.
-
Adí, eunuco y hombre de confianza de Hassan.
-
Apama, vieja enamorada locamente de Hassan.
-
Dey Abu Alí, dey Ibrahim, dey Abd al-Malik y dey Abu Soraka, profesores.
-
Dey Zaharui, dey Hussein al-Keini, deyes extranjeros.
-
Mustafá, eunuco encargado del cuidado de los jardines.
-
Hadidya y Fátima, hijas de Hassan que Abu Soraka tenía bajo su custodia.
-
Abu Fazel, ex-rais.
-
Minutcheher, Capitán de los guerreros de Hassan.
-
Malik Shah, Sultán.
Páginas
- Vídeos (01/01/25)
- Cosas que YO no sabía
- DATOS CURIOSOS
- Nombre en algunos idiomas (reales o imaginarios) y varios enlace a páginas de fondos gratis
- Dioses varios
- Algunas Notas
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