sábado, abril 20, 2024

Parque del Oeste

 

Bueno, hoy he ido al Parque del Oeste, he salido para coger el tranvía hasta Maritim y la primera en la frente, me cruzo en la calle con un trío (sí, un trío no me seáis guarridongos, me explico, una pareja pero de tres), repito un trío de jóvenes beldades caídas tal vez del Valhalla con unos pantaloncitos mínimos. La cosa empezaba bien. Luego ya cogí el tranvía número 6 y en Maritim el Metro de la línea 5. Me bajé en la estación de la Avenida del Cid, y allí pregunté a un caballero sin caballo que estaba al sol tomándose algo (quizá un sandwich de gominolas) por el Parque del Oeste y me lo dijo enseguida. Le debí de parecer algo tonto del culo porque estaba justo a su espalda. Bien crucé la Avenida de la Plata, digo la del Cid y entré en el Parque y lo primero que vieron mis ojos que se tienen que comer los gusanos fue un caminito muy cuco donde se advierte que los perritos deben ir con correa. Continué por dicho caminito y tras unos kilómetros arribé a lo que creo, no a lo que estoy seguro que es el Gran Lago Baikal. Algo más hacia el interior, pude ver un árbol de ramas caídas que me recordó a la peli en que el Rey Arturo de Camelot se pone enfermo y sus caballeros parten en busca del Grial para sanarlo, pero uno a uno son ejecutados y colgados de un árbol como si fuese una decoración navideña.




Lago Baikal



 



El Parque es muy extenso y tiene muchos pasajes por los que pasear, lo que no encontraba era pintadas y eso me extrañaba porque ningún parque o jardín se libra del artista local que quiere plasmar su arte en él. Hasta que por fin las hallé. Pero no eran cosas muy tontas, ni muy guarras, ni sicodélicas. Eran solamente unas ecuaciones matemáticas.











Bueno, cuando ya iba a salir, me topé con un avión haciendo de vientre o haciendo popó creo que es la expresión adecuada. Ya había hecho un montoncito, sabéis? espero que se limpiara porque ir con el mondongo colgando no es que sea muy elegante y no se lo perdonarán, aunque sea de El Ejército del Aire y del Espacio de España. Eso del Espacio es porque se tiene en cuenta que La verdad está ahí fueeeraaaaa. Hay que tener en cuenta que nuestro avión mientras está aposentado sobre so montoncito escatológico, se encuentra mirando la inmensidad de ese espacio.







martes, abril 16, 2024

La duquesa fea de Lion Feuchtwanger

 La duquesa fea de Lion Feuchtwanger

Existe un oleo satírico de un autor flamenco pintado en 1513 llamado "Una mujer mayor" o también "la duquesa fea" que muchos creen que se refiere a Margarita, condesa del Tirol y pretendiente al ducado de Carintia. Pero en el libro, Margarita es muy consciente de su fealdad y del impacto que causa dicha fealdad, cuando todo lo que hace de positivo no se le adjudica a ella, sino que es meramente suerte o la presencia beneficiosa de una tercera persona … mientras que cualquier catástrofe es culpa de Margarita. Lo dicho, Margarita es consciente de ello y lo asume. Pese a ello no deja de trabajar en favor de su país de las montañas. Y cuando la derrotan, se levanta de nuevo y vuelve a comenzar. Siempre si se sigue el libro, naturalmente.

sábado, abril 13, 2024

Ready player one de Ernest Cline

 Ready player one de Ernest Cline

Yo tengo la costumbre de ir leyendo dos libros al mismo tiempo y paso de uno al otro, es una manía mía, pero creo que hay gente que come con palillos aunque no estoy muy seguro de eso ya que suena muy psicodélico. La cuestión es que este libro es bastante adictivo y en ocasiones veo muertos, perdón en ocasiones me costaba seguir el otro libro. Esto ya me había ocurrido con libros como La hormiga que quiso ser astronauta, Sombras de mariposa, Talos de Esparta, Elantris, La sombra de Dreinlar, El aliento de los dioses, Assur ... Pero me acuerdo de esos libros, dudo que recuerde mucho de Ready player one la semana que viene por ejemplo, salvo que tiene numerosos clichés hollywoodienses, como una corporación malvada que pretende hacer de pago y poner cuotas a un lugar de libre acceso (algo así como poner vallas en la pradera del Oeste y querer limitar ese gran espacio). Y sí que recuerdo en cambio un libro que me leí a los 16 años llamado Conversación en la Catedral de Vargas Llosa u otro que leí a los 27 llamado Jhereg intriga en el castillo negro de Steven Brust.

miércoles, abril 03, 2024

Parque Urbano de Malilla

 

La verdad, no sé muy bien lo que he hecho hoy. He intentado buscar en Parque Urbano de Malilla, y al final lo he logrado y todo como un buen chico. Claro que después de todo la primera parte del trayecto fue normal. Cogí el Bus 19 hasta la esquina de la avenida del Reino de Valencia con la avenida Peris y Valero y allí me reencontré con un viejo conocido en el oso blanco del comentario del Parque Mortadelo y Filemón. Pues había una chica fornida con una cazadora negra con líneas de colores deportivas bloqueando la puerta que afortunadamente se bajaba allí. Me bajé con la chica fornida con la cazadora negra con líneas de colores deportivas y fue entonces cuando me reencontré con el osito blanco. Crucé la calle y volví a cruzar y me dijo el barquero que las chic... que continuara hasta la Calle José Capuz donde cogiese el Bus 18.

Una vez atravesé el Berliner Mauer seguí unos metros con mi carrito delante hasta dar con la parada del Bus. Tal como he dicho, cogí el 18. El conductor parecía un tío amable. Hasta me bajó el nivel del suelo del Bus para que subiera mejor el carrito. Pero nada, yo me bajé algo antes. Para vuestra información, la parada se llamaba Ausiàs March y por ahí buscando un poco encontré por casualidad un jardincito pequeño pero que estaba bien en la Plaza del Escultor Víctor Hino.









Bueno, tuve que ir caminando hasta encontrar el Parque de Malilla … y constatar que tampoco era tan gran cosa, si bien si el Parque de Mortadelo me había parecido el paraíso de los bancos, éste no se quedaba atrás. Cuando logré al fin sentar mi cansado pompis en uno de esos bancos, pude ver al otro lado de un trampolín de esos de plástico de color morado dos filas de bancos todas ordenaditas como si fuese el trazado de una ciudad griega. Si giraba la cabeza continuaba el extraño caminito, y al fondo había más. Más adelante, me encontré con una especie de semicírculo con columpios y más tobobanes, con una fuente y desde luego con los correspondientes bancos. Ya al final, pude ver unas instalaciones deportivas con pistas y demás, a las que no me acerqué, es que … me da alergia el deporte.




    
 
 
   









    Y no podía faltar, este jardín no se libra de que el artista del barrio lo beneficiara con su arte.








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