La lengua no tiene hueso, pero corta lo más grueso.
Viejo que se casa con mujer moza, o pronto el cuerno, o pronta la
losa, si no son ambas cosas.
Joven y peluquero, !pies para qué os quiero!
Al viejo se le cae el diente, pero no la simiente.
El corazón y los no ojos nunca envejecen.
No hay olla sin ningún garbanzo negro.
Huevo de una hora; pan de un día; vino de un año; mujer de veinte;
amigo de treinta, y echarás bien la cuenta.
La casualidad nos hace hermanos, pero el corazón nos hace amigos.
Durante la estación seca hay que hacerse amigo del dueño de la
piragua.
El que ama a una casada, puede morir de cornada.
Cuando fuiste martillo no tuviste clemencia, ahora que eres yunque,
ten paciencia
Dijo la sartén al cazo: quítate allá, que me tiznas.
Mezcladas andan las cosas: junto a las ortigas nacen las rosas.
Quien mucho se baja, el culo enseña.