El
libro comienza cuando un noble espartano Aristarcos tiene un hijo que
nace deforme y según la Ley lo abandona para pasto de los lobos en
el monte Taigeto. El niño se llamaba Cleidemo y en lugar de sucumbir
a los lobitos lo encuentra un viejo pastor llamado Critolao miembro
del antiguo pueblo guerrero ilota que se encuentra en esos momentos
subyugado a los espartanos. Cuando Critolao rescata a Cleidemo lo
llama Talos, le muestra donde guarda la armadura y la espada del
último rey de su pueblo y comienza a entrenarle, ya que según una
ancestral profecía el rey Aristodemo regresará para encabezar la
revuelta que liberará al pueblo ilota y en esa liberación cobrará
especial importancia una antigua ciudad amurallada ahora en ruinas,
Mesenia.