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miércoles, agosto 06, 2025

Komme3

 

Estábamos en medio del Mar del Caribe sin saber qué hacer cuando Komme vio la salida del sol. - No se si alguien ha presenciado un amanecer en medio del mar después de un huracán cuando el cielo está puñeteramente limpio, pero es algo digno de ver. - Así que el Gran Cacique de los Caribes dijo que podrían ir hacía donde salía el sol, que seguro que allí se estaría calentito. El chamán de nuestra tribu estuvo de acuerdo con el razonamiento de Komme y el chamán de los Waikerí también, y como el Cacique de los Taino no aparecía, solo quedaba Komme como (sí, come como, jijiji) posible líder. Reconozco que a Komme le pintaba una sonrisa interior el hecho de que hubiera desaparecido bajo las aguas el espigado Cacique de los Waikerí. Dónde está su Aquamán ahora? Porque era fan de Aquamán, que desde luego no lo había salvado. Komme es más fan de Batman y aún conserva orgulloso la Batarang que le regaló el Hombre Murciélago. Bien mirado, igual ha sido Tormenta de los X-Men la que les ha jodido, por aquel antiguo asunto de que cree que la dejó tirada después de jugar con ella a papás y mamás. Claro que si hubiese sido Tormenta, el que estaría en el fondo del mar, matarilerilerile, sería él y no el de los Waikerí, con lo vengativa que es. Bien, vamos hacia el sitio de donde vienen los Reyes Magos!.

A partir de la decisión de Komme de navegar hacia donde salía el sol para, según él "encontrarse con el lugar donde nacen los dioses … y diosas, bueno nacen o tal vez se engendran o se generan por combustión espontánea sería la traducción más indicada", todo fue ir con la lengua fuera con una sed de mil diablos, oteando el horizonte y viendo siempre más y más agua por todos lados, y encima salada, como si hubiésemos pedido un Bloody Mary. Al final la gente estaba soliviantada, incluso los propios caribes de Komme Pottoro, que si no fuera porque ya nadie podía ni levantar un remo, más de un castañazo en la cocorota se habría llevado. Una mañana, Pito Peke estrechó los ojos, tan legañosos como si se hubiese estado varias noches de parranda y con una borrachera de cagarse, y le pareció ver algo. Le dejó su sitio a uno de los isleños y ¡bingo! ¡tierra a la vista! 

 

Islas Cabo Verde


 

Bueno, nos dejamos caer en la playa y bailamos con las estrellas de mar, tralarí, tralará, haciendo ángeles en la arena.

 

 


 

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Komme2

 

El Chamán Pito Peke ya había vuelto de su visita a los Taino y los Waikerí y había concertado una cita en la confluencia del Río Canorí con el Río Orinoco. Ese chamán tenía un nombre que siempre que visitaba un lugar causaba rechifla, pero cuando se le encomendaba una tarea la realizaba con seguridad y era perseverante en sus empeños si no se conseguía a la primera. Luego ya le tocó ir a Komme Pottoro a reunirse con los Caciques. Y al volver de la reunión estaba de un humor de perros. Y no es porque la reunión hubiese ido mal, que el acuerdo se había alcanzado, y ambas tribus irían con el Cacique Komme Pottoro en un crucero de placer por el Caribe y sus islas. Pero había tenido que hacerle concesiones al jefecillo de los Waikerí, y le repateaba el hígado, que al capullo ese no lo podía ver ni en pintura, sobre todo desde que le ganó al chamelo en la Conferencia de Caciques del año pasado y luego se regodeó pavoneándose con sus amigotes que le había ganado al Gran Cacique de los Caribes. Y para acabarlo de arreglar, siempre había que mirar hacia arriba cuando estabas delante suyo, que es más alto que la Torre Eiffel. Komme ha tenido que reconocer que la lavadora del jefe Waikerí lava la ropa más blanca que la suya, cuando todos saben que no hay ropa más blanca que la que sale del tambor de su Margherita, pero en fin todo sea por el voyage en mer.

Quedamos en que el Cacique Komme Pottoro y los suyos bajarían por el Río Canorí primero y luego por el Orinoco hasta llegar a la costa donde se encontrarían con los Taino y los Waikerí. Una vez todos juntos pero no revueltos, navegaríamos hasta la isla de Karukera (la isla de las bellas aguas - actual isla Guadalupe) donde cargaríamos algunos contenedores en las canoas y repostaríamos combustible.

 

Guadalupe

 

 

Luego de ir a la isla de Karukera, pasaríamos un momento a la isla Wai'tu kubuli (actual Dominica) que está justo al lado para comprar cosas para el crucero en un Leroy Merlín que hay allí.

 

 


 

Y ya se saldría de la isla de Wai … Wai … bueno de Kubuli.

Ya se estaban alejando de la isla de Kubuli y de repente se oscureció y se les echó encima el padre de todos los Huracanes, Huracán Carter en persona. Y cuando acabó todo, los que habían conseguido no hacer compañía al Titánic, no veían tierra por ninguna parte. Vamos que, Toto tengo la sensación que ya no estamos en Kansas.

 

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Komme

 

El 2.700 antes de que Jesusito Nuestro Señor ascendiese a los Cielos, el Gran Cacique de los Caribes llamado Komme Pottoro despertó después de tener un sueño agitado de entre los brazos de su Segunda y Tercer Pottoro … uy perdón, de su Segunda y Tercer esposa en el poblado de Canaima. Tras asearse y untarse cremita Nivea por el cuerpo corporal (el Chilly se lo dejaba a sus esposas), hizo llamar al Chamán de la aldea, Pito Peke, para que interpretase el sueño que había agitado su descanso.

 


 


 

Eran viejos amigos el Cacique y el Chamán y se alegraron mucho de verse, porque el Chamán había ido a cazar Gamusinos y no se le había visto el pelo en meses.

 

  • Hola Komme, qué te cuentas?
  • Hola Pito. Joder, dónde te metes tío? Envié a mi retoño a buscarte porque soñé algo rarísimo y a lo mejor sabías de qué iba el asunto. Pero tengo un hijo que es más torpe que una reata de cabras bizcas y no supo encontrarte.
  • Estaba por la parte del Auyantepui.
  • Pues eso está lejos Tronco.
  • Bueno cuenta y déjate de tonterías.
  • Verás, estaba yo durmiendo el sueño de los justos … 
  • Dormías con la parienta, o te habías tenido que consolar con las otras dos?
  • TE QUIERES CALLAR Y DEJAR QUE CONTINÚE, ESPECIE DE ECTOPARÁSITO? COMO ME VUELVAS A INTERRUMPIR TE ENVÍO A CAZAR CANGUROS A NUEVA ZELANDA, Y ESO QUE AÚN NO LA HAN DESCUBIERTO.
  • Vale, no hace falta que me cuentes el sueño. Tú lo que necesitas es una aventurilla (un viaje o algo así no pienses mal) que te aleje unos días de ella, estás encoñao hasta la médula pringao.
  • De acuerdo, pero viajar por la selva es peligroso. Y más respeto, que por tu nombre, tampoco es que puedas decir mucho.
  • Vale, me callo. Podrías hacer un viajecito por mar. Te reúnes antes con los Taino y Waikerí que saben bastante del tema y os ponéis de acuerdo.
  • Bien, pues ya me estás arreglando un encuentro con sus Caciques, y rapidito. 
  • Como ordene, Mein Führer.

 

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Komme4

 

Estábamos en la playa tan tranquilos, tomando una fruta anaranjada y con cuernos y cangrejitos. Solo faltaban unos mojitos y unas titis abanicando. Bueno, estábamos allí y vemos que se van acercando poco a poco unos individuos de aspecto extraño, lanza en mano, con mucho cuidado, y que tenían la piel negra como el betún. Si, sí, he dicho negra. Anu, Padre de Enki! No lo había visto nunca. Hablaban una lengua rarísima. Claro, tenían la piel negra, así que tenían que hablar raro, eso lo sabría hasta Rajoy. Vamos, que al final tuvimos que comunicarnos con signos, que parecíamos un italiano con su coche en hora punta. Pito Peke resultó ser el más diestro en esas comunicaciones gestuales, y querían casarle con una de las innumerables hijas del jefe. La chica tenía un nombre impronunciable, pero los ojos más brillantes que ninguno habíamos visto. Y el zalamero de Pito Peke cuando llegó la noche nocturna, señalaba las estrellas y luego señalaba los ojos de la chica. Yo creo que si su piel no hubiese sido negra, ella se habría puesto colorada, roja y encarnada. Solo que claro, no se le notaba, todo tiene sus ventajas. A la mañana siguiente, el jefe nos indicó que al Norte había otras islas interesantes para ver. Cogimos la indirecta y le dijimos que necesitábamos descansar un poco más, pero que en unos días les dejaríamos en paz. Por otra parte, Pito Peke no estaba por la labor de quedarse allí para toda la vida. Una cosa era coquetear un poco, y otra comprometerse. Él era joven aún y quería experimentar. Siempre veía con sus esposas a Komme Pottoro, pero él no quería eso. Él quería algo más aleatorio. Pero al final se le trastocaron los planes, porque la hija del jefe estaba muy coladita por Pito, y cuando ya nos íbamos hacia el norte con las canoas, se nos metió en el maletero de la última barca y no nos dimos cuenta hasta cuando fuimos a sacar los refrescos y los bocatas ya el alta mar. Al final no nos quedó más remedio que llevárnosla hasta las islas del norte que nos dijo el jefe.

 

Canarias

 

 

Al final esas islas no estaban tan cerca, y además había corrientes. Joder! Corrientes de agua, que correrse dándole al manubrio o con unos deditos es otra cosa. Bueno, además había corrientes, joderos! mirad como lo digo, CORRIENTES, CORRIENTES, CORRIENTES, … pero finalmente llegamos.

 

NOTA: El 9 de Agosto el relato continuará con Komme5 


 

Wikipedia

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