Vídeos (02/10/25)

Dioses varios (17/10/25)

martes, agosto 12, 2025

Komme11

 

Bueno, fuimos entonces hacia el Noroeste. Yo intentando que Mamón no se me fuese demasiado lejos y mis compañeros echándome cada vez más aviesas miraditas por eso. Los primeros días, el hecho que hubiera sido yo el que tuviese el sueño con Nana Licuadora, me otorgó cierto estatus dentro del grupo, pero eso no duró mucho. Y casi sin darme cuenta había perdido mi recién adquirido oficio en el que ejercía de puente para hablar con los dioses, y ahora simplemente era un iluso que había pretendido interpretar las intenciones de la Gran Nana Licuadora. Es una suposición, pero creo que ese cambio de opinión en mis compañeros se debe a que mientras Mamón estaba correteando a nuestro alrededor.

Creo que lo he visto irse por aquí.

- No, se ha largado por este otro sitio, me parece haber visto su culito rosado desaparecer en este lugar. 

- Jo, qué mal estás tío, ahora te crees que Mamón tiene un culito rosado cuando está claro que es moradito. 

- Rosado.

- Moradito. 

- Rosado. 

- Moradito. 

- Pero, queréis buscármelo de una puñetera vez o se irá con su culito rosado o moradito a donde Cristo perdió el gorro.

 

Bien, anda que andarás llegamos a la vista de una ciudad que debía ser la de la visión de Nana Licuadora y un fan de Moby Dick gritó aquello de "por allí resopla!" señalándola con el dedo y así se quedó contento el chico. Bueno, sabíamos poco del idioma local para confirmar que esa era la ciudad de Nana y estábamos en el extranjero, así que lo único que se nos ocurrió fue hacer lo que hizo Hercules Poirot en un capítulo transcurrido en Rodas donde preguntan por favor por un veneno de víbora en tiendas de herbolarios. Habíamos todos juntos visto ese capítulo en casa de Pitto, que es la única que tiene antena por allí. Sorprendentemente, la cabaña de Komme que es Gran Cacique de los Caribes no tiene y no puede ver Gran Hermano. Bien, volvamos a la city. Fue bastante sencillo, no hizo falta buscar tiendas de herbolarios, solo fuimos parando a la gente y preguntándoles Caer Wallawg?, Caer Wallawg?, Caer Wallawg? Alguno se nos quedaba mirando como diciendo, estos gilipollas qué murmuran?, pero dos de tres afirmaban. Al final dimos con un anciano que nos recordaba al calvito de los trajes vistosos y nos ayudó bastante más cuando le hicimos ver que buscábamos un círculo de piedras. Nos dijo que le siguiéramos a una casita que tenía en unas callejas cerca de la imponente catedral de la ciudad. Ahí con unos dibujos nos hizo ver que hacia el Norte norteño y caminando un poco más que lo que os ha costado llegar aquí desde Worthing estaba lo que buscábamos. Bueno, nos fuimos enseguida de su casa, y no es porque no fuese agradable, pero es que no tenía donde poner a Mamón mientras tanto, y además su casita era demasiado pequeña para alojarnos a todos a la vez, o sea que no podían echarme la culpa culpable.

 

NOTA: El 15 de Agosto el relato continuará en Komme12 

Komme10

 

Como el pintarrajeado no había sido una gran ayuda para guiarnos en nuestro viajecito, nos sentamos en grupo a charrar mientras nos pasábamos un pellejo de vino que habíamos canjeado por una mazorca de pan de maíz al otro lado de cruzar las últimas CORRIENTES. Hablamos bastante, pero lo único que conseguimos fue achisparnos y violentarnos algo, que el vino era algo peleón. Era el año de la pera y los vinos franceses no habían alcanzado la calidad que tienen ahora. Era eso, o que nuestro paladar no era el de un connaisseur de vin. Así que varios nos fuimos a dar una vuelta y a tomar el aire. Y estaba yo caminando por la playa cuando ya estaba algo oscuro - habiendo dejado a Mamón junto a unas rocas ya que le dolía la tripita -. Y oye, las bolsitas para recoger los "restos" que vaya dejando Mamón si queréis, las usáis vosotros. Yo ya me jorobo bastante intentando subirme a una roca cuando quiere devolverme un hueso que le he lanzado. Ah, y un inciso. Cuando digo que Mamón me quiere devolver un hueso, lo hace con la trompa claro. No creeréis que agarra el hueso con la boca como un perro cualquiera. Joder, para algo tiene la trompa. Eso !!! para coger huesos. De cajón. Bien a lo que iba, estaba yo caminando por la vida y de repente veo algo enterrado en la arena. Entrecierro los ojos, porque estaba ya algo oscuro pero no creo que sea verdad lo que contemplo. Yo creo que lo es, pero no estoy seguro. Es que sería algo tremendo. Bueno, no solo está enterrado a decir verdad, su tela está toda llena de arena como si hubiese pasado un buen tiempo bajo ella. O quizá es que ha llegado por mar, quien sabe? Tampoco sería descabellado que esto hubiese ocurrido de esta manera, muchas cosas han llegado así últimamente … Se trataba de una de esas gorras llamadas de camionero o de malla, con la parte de delante rígida y la de detrás con una redecilla y transpirable que se comenzaron a confeccionar en los Estados Unidos. Cogimos la gorra como una ofrenda para nuestros ancestros, que así el difunto Tío Uke lele o la añorada Nana Licuadora irían más "cool" tocados con ella. Y no sé igual a cambio nos dirían algo de hacia donde demonios ir. Solo que después de lo de la gorra, pasaron días sin que ocurriera nada de nada. Al final un día diario, gris como solo lo saben parir estas latitudes me desperté bañado en sudor. Había dado vueltas y más vueltas en el catre que me había agenciado por un sueño profético en que aparecía una y otra vez Nana Licuadora. Madre de Tanit! no, no era esa clase de sueños. Te imaginas soñar así con Nana Licuadora? Brrrr … Pareció señalar al Noroeste con su dedo rechoncho y creo que dijo algo como Caer Wallawg, pero no estoy totalmente seguro porque mi sueño no tenía casi cobertura y la voz de Nana la escuchaba muy entrecortada, pero debía ser el nombre de algún lugar.

 

Continúa en Komme11 >>> 

Komme9

 

Empezamos a caminar por la playa cogiditos de la mano. Lo malo es que la única piba o quizás mejor usar el término dinimutivo pibita de Howard de Big Bang Theory era la hija del jefe, la que se había casado con Pito. Usando el coche de San Fernando, unas veces a pie y otras andando, llegamos a una zona de marismas donde nos dio un susto de muerte un tío pintarrajeado que pegaba extraños gritos y que con un palo solía hacer dibujos en el suelo. El pintarrajeado nos hizo señas para que le siguiésemos cuando se dio cuenta que no le entendíamos ni papa. Al parecer vivía en unas cuevas donde nos llevó. Como íbamos de visita nos limpiamos los pies en el felpudo de entrada. Y daaale! un felpudo es una especie de esterilla que se pone a la entrada de las casas para limpiar los zapaaaatos, además ahora ya no hay tantos "felpudos". Vuelvo a decir "al parecer", al parecer, el pintarrajeado hacía ciertas investigaciones arcanas con fauna aparentemente desaparecida. Vamos, que había clonado una Oveja Dolly Cuaternaria, como un John Hammond retro, muy muy retro. En definitiva, había revivido a un bicho peludo con una cosa alargada como si fuese su boca y unas patas enormes y pesadas. Señalaba hacia el animal y decía algo así como Mamón. Mas tarde y muchas señales y dibujos en la roca mediante, nos enteramos que un amigo o familiar (que eso no está claro), se lo envió desde el Norte donde estaba enterrado en el hielo. Y él, con pócimas y emplastos lo sacó de su letargo, el cual probablemente había provocado La Reina de las Nieves.

 


 

Me caía bien Mamón. Siempre que le tiraba un hueso, iba trotando a por él. El problema es que cuando trotaba todo temblaba y nos tiraba de culo al suelo. Yo, nada más lanzar el hueso a Mamón, ya me estaba subiendo a una gran roca y huía de él, porque sabía que al volver se mostraría excesivamente cariñoso. Ya me lo había hecho la primera vez, que recuerdo que el pintarrajeado me miraba con una sonrisita torcida que me extrañaba como sabiendo qué pasaría cuando yo lanzase el puto hueso, pero callándose en muy cabrito. Qué quien soy yo? Ah! No lo he dicho? Pues os jodéis como me jodo yo con Mamón! Que es muy simpático el animalito, pero de todas formas el yuyu que te da cuando lo ves que viene hacia ti con todo su tonelaje no lo evitas por mucha simpatía que tenga el bicho. El pintarrajeado no era muy útil dándonos señas de hacia donde teníamos que continuar. Solo nos había dado a Mamón. Que parece ser que así la manutención y sobre todo el día día con el animal que no debía ser muy fácil convivir con un monstruo peludo que corría detrás de los huesos y de quien se los lanzaba. Bueno, todo eso pasaba a ser cosa de unos extranjeros.

 

Continúa en Komme10 >>> 

 

sábado, agosto 09, 2025

Komme8

 

Salimos de Ortigueira. El mar se calmó un poco, ya no estábamos en las fauces de un dragón lo que ya era algo, y nos podíamos acercar más a la costa, porque antes de Ortigueira era un poco inquietante eso de alejarse mucho de la costa por miedo a que la fuerza de las olas nos estrellara contra las rocas. Y al final llegamos a un lugar llamado Jixón, o Jijón, o Gixón, o Gijón o algo así. En esa población de cuyo nombre no puedo acordarme visitamos el Monte Deva que naturalmente deriva si lo miramos de una forma etimológica del verbo devaneo y el Monte Areo que traducido del latín significa algo así como zona de montaña. Bueno, nos largamos de Jixón, o Jijón, o Gixón, o Gijón o algo así. Remamos un largo trecho y al final tuvimos que torcer hacia el Norte de nuevo. Seguimos un poco y llegamos a un lugar llamado Burdiale. Desde luego en Burdiale aprovechamos y visitamos su Gran Sinagoga. Esta comunidad creció considerablemente tras la promulgación del Edicto de Granada(31 de marzo de 1492), por el que los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de las coronas de Castilla y de Aragón. Y asimismo, estábamos interesados en visitar las instalaciones de la Base de Submarinos construida durante la II Guerra Mundial por los alemanes.

Después de cansar bastante los brazos, llegamos a una islita con el nombre de Nermouster. Sí, ya sé: Las Crónicas de Riddick 3, el resurgir de Nermouster. Os imagináis? una isla francesa como si fuese un necrófero. Joder, hay un castillo allí que es para chuparse los dedos, la mayor parte es del S. XIX, aunque hay partes del S. XIII. se reconstruyó en piedra por el poder feudal de la isla, que trataba estabilizar la región para impedir los pillajes normandos

 


 

Nos volvimos a hacer a la mar, y volvimos a ir hacia el Norte, que ya cansa tanto lo mismo, había quien decía que se podía ir hacia otra parte por variar, pero triunfó la rutina. Al final ya dejamos la costa porque esa parte es que, bueno, pues, que se acabó, vaya, y había que doblar o adentrarse en el mar y estábamos tan cansados de seguir siempre la costa que nos adentramos en el mar. Recontrajoder !!!, ya estamos otra vez con corrientes y olas que nos arrastran de parte a parte. Lo bueno es que duró poco tiempo. Y al acabar llegamos a un puerto llamado South Downs above Worthing. Pero juro por Baal Hammon que no nos paramos a escribir allí La importancia de llamarse Ernesto. Dejamos allí las canoas y nos largamos por tierra hacia Southampton. Una cosa es ir de copiloto, mirar un antiguo mapa de esos de papel y decirte que después de todo Southamton está a unos dedos de distancia de Worthing sobre el puto plano, pero creedme, que otra cosa es ir a pata. Ahí no son unos dedos, pero son más putos que sobre el papel.

 

NOTA: El 12 de Agosto el relato continuará con Komme9

 

Komme7

 

Bueno, zarpamos hacia el Norte desde el poste … de piedra, siguiendo las "bienintencionadas" instrucciones del calvito.

Komme miraba anhelante a los de los trajes vistosos, viendo cómo se alejaba su posibilidad de conseguir supositorios con tripita cervecera. Si conseguimos regresar, a las esposas de Komme se les encargará que aprendan una nueva perversión sexual. Bueno, remamos poco rato y dimos con un puerto en el que pudimos reposar, que la gente decía que se llamaba algo así como Laccobriga, o al menos algo así pudimos entender. Parecía por sus gestos que querían que nos quedáramos unos días allí, pero preferíamos volver a salir a navegar en cuanto reposáramos.

 

 

Seguimos hacia el norte apaciblemente, iba a ser verdad lo que decían los de los trajes vistosos. Esta vez después de seguir mayor distancia de costa sin encontrar nada, al final dimos con un pequeño puertecito llamado Cale donde estuvimos muy poco tiempo, pero no dejamos de visitar la "Casa del Infante de Sagres" y el Museo del vino de la Ciudad. Hacia el Norte de ese lugar, el mar cambió. El viento se hizo más fuerte y las canoas más difíciles de manejar y afortunadamente nos pudimos refugiar en una bahía habitada cuyo nombre no pudimos descifrar porque el mar ya se estaba poniendo muy feo. Eso sí, aunque no pudimos descifrar el nombre, sí que entramos en un Ale-hop que tienen en el Barrio de Bouzas porque Pito tenía el antojo de comprarse una taza de desayuno. Parece que más adelante según ciertos marineros de la población en la que estábamos, las olas se hacían más altas y el mar era más violento.

 


 

Aún así partimos del lugar de nuevo. Bueno, no lo he dicho, pero ya nos lo habían aconsejado los tainos y la gente de los sitios por los que pasábamos, que saliésemos muy pero muy de mañana y aprovecháramos la brisa de entonces. Fuimos hacia el Norte, pero poco a poco nos desviamos hacia el Noreste. La costa hacía dibujos extraños como dientes de dragón y tal como nos habían dicho, las olas chocaban fuertemente contra las rocas de la playa, bueno arena de playa no había. Lo que era un poco raro, quizá algún dios extraño había echado su extraña maldición a ese extraño pueblo y en lugar de una playa de arena tenían una de roca. Bien, al final llegamos a una punta, o podríamos decir al diente del dragón, con el punzante nombre de Ortigueira, donde nos paramos momentáneamente para ver la famosa cultura castreña de la zona y algunos de sus dólmenes.

 

Continúa en Komme8 >>> 


 

Komme6

 

Dejamos a Komme dispuesto a comerse el supositorio por su boca coprológica, y no es por nada pero el supositorio poseía una elongación prolongada y tripita cervecera. Vamos que cuando se lo pusieron pegó sus buenos berridos. Solo que luego podía entender el lenguaje ese tan extraño que hablaban los de trajes vistosos. Dijeron que venían de una tierra lejana llamada Kemet, de parte de su jefe Jafra, el cual era un gran inventor, y se le había ocurrido lo de ese supositorio para comunicarse con habitantes de otros países. Supimos mediante Komme y su sacrificio que el poste de piedra se llamaba en realidad "columna", que los postes eran dos, y que uno estaba en un taller de un lugar cercano - palabra que rima con banano - llamado Gades para repararlo, porque el tiempo pasa para todos, incluso para los postes de piedra llamados columnas. Ah, y que cuando terminen de arreglar el que está en el taller, vendrán a por el otro. Coño! claro. Santo Pottoro! Entonces el grabado de las líneas paralelas (también llamadas en algunos sitios paratontas) de la roca que estaba en las islas aquellas eran de esos postes … de piedra. Nos invitaron a su cacho canoa que era bastante espaciosa, para que nos aseáramos y descansáramos todo el tiempo que necesitásemos. Y desde luego sugirieron que depiláramos nuestro cuerpo corporal. Solo que dijimos que no, gracias, y que de esa forma seguirían siendo el Pueblo Elegido de los dioses, hasta que otro más bruto dijese serlo claro. Una vez ya habíamos descansado, nos sentamos todos en torno a una mesa para decidir qué rumbo íbamos a tomar. Como deferencia hacia nuestros anfitriones, invitamos a reunirse con nosotros al que creímos que era el que llevaba la voz cantante del grupo de los trajes vistosos para que hablase a través de Komme y su supositorio. Al que invitamos era un tipo alto como el Waikerí que se había hundido y había alegrado el corazón de Komme. Era calvo y estaba todo depilado sin tener los vistosos ropajes de sus compañeros, y tenía una voz de carraca cuyo sonido seco costaba olvidar. Como nosotros no nos poníamos de acuerdo en el nuevo rumbo, habló y nos recomendó que fuéramos hacia en Norte, donde las aguas eran cada vez más calmas. A los Taino eso no les cuadraba nada. Recordaban que cuando estaban por sus islas, en sus viajes ocasionales hacia el norte, siempre había oleajes y vientos fuertes. Así que igual el calvito nos la quería pegar al grupo, pero se callaron porque después de todo, ya les había ocurrido de todo de camino a estas tierras, así que mucho peor no sería.

 

 

 

También nos dijo, que cuando llegásemos al final del viaje encontraríamos un círculo de piedras grande que construyó un pueblo del norte el cual desprende magia arcana.

 

Continúa en Komme7 >>> 


 

Komme5

 

Una vez estuvimos en las islas (Canarias), Pito Peke y la hija del jefe se casaron, y como Komme Pottoro era el Capitán de nuestra pequeña escuadra de canoas, le tocó oficiar la Ceremonia. Después de eso, enseguida nos fuimos de esas islas. Antes de zarpar, Komme descubrió una extraña marca en una roca en la que rompían las olas y en la que había grabadas dos barras paralelas. La roca estaba situada hacia en Noreste y nadie, ni siquiera los chamanes, supieron descifrar su significado. De todas formas, decidimos seguir ese rumbo.

Bueno, al final se dio una anécdota cuando ya nos alejábamos y el amante de lo nipón de turno, ese que colecciona figuritas de Samuráis, láminas del Monte Fuji y reproducciones de Geishas, miró hacia el volcán Teide, y dijo que se parecía al Monte Fuji, y que ojalá alguna vez pudiese visitar el de verdad. Y un compañero le contestó que no, que el Monte Fuji no era un volcán, que siempre había oido que le llamaban Monte Fuji y no Volcán Fuji. Y otro dijo que sí que lo era, que en la aldea su amigo Bab&oso le contó una vez que conoció a un japonés llamado Oki que acababa de venir del Volcán Fuji. Y otro volvió a negarlo, dijo que todos sabían que Bab&oso era bastante tonto del culo y que soñaba hasta con esquimales. Vamos, que empezaron a discutir sobre el vulcanismo del Monte Fuji y solo porque estaban remando como descosidos, porque sino llegan a las manos. Tras remar un buen tramo, nos pareció ver un punto alargado en el horizonte. Al acercarnos, resultó ser un poste enorme, parecido a los Totems que se cuenta que algunos pueblos del norte erigen para conmemorar su linaje, solo que este poste era de piedra. Nos movimos alrededor del poste de piedra, mirándolo por todas partes intentando dilucidar - joder qué palabra, me encanta la musicalidad que tiene ese vocablo, DI-LU-CI-DAR, es simplemente … genial - bueno, intentando dilucidar qué narices era ese dichoso poste … de piedra. Estábamos ahí concentrados y de repente vemos acercarse una canoa enorme que paró junto a nosotros. Los tripulantes, se dice así? sí, los tripulantes de la canoa vestían vistosamente y hablaban una lengua tan inteligible como la de la hija del jefe, la que se había casado con Pito Peke. Uno de ellos que parecía una especie de chamán nos examinó detenidamente y luego pareció conferenciar con las demás personas de trajes vistosos. Entonces nos explicaron por señas que teníamos que meternos un supositorio enorme por el CUL-¡pip!. Cuando por fin entendimos las señas, nadie quería hacer ese "sacrificio", y además no comprendíamos porqué querían que hiciésemos esa capullada. Eso sí, los chamanes decían que seguramente era algo importante, aunque resultara bastante chocante como poco. Por eso nos reunimos todos en torno a Komme y le hicimos ver que él dirigía a toda la expedición, y no solo a los Caribes, por tanto debía hacerse responsable por todos. Y sabéis qué? pues que coló, nadie se lo creía. No sé, igual Komme estaba falto de cariño después de tantos días, y se dijo que a falta de pottoros probaría el supositorio. Es una suposición tan buena como cualquiera, no?

 

Continúa en Komme6 >>> 

Wikipedia

Resultados de la búsqueda