Vídeos (04/09/24)

viernes, marzo 18, 2022

2015

 

En 2015 me ingresaron en el Clínico con una rotura de cuello de fémur. Evidentemente, no me ingresaron en Maternidad. Me ingresaron en Traumatología, que descubrí que compartía la Sala con Urología, supongo que porque las dos palabras terminan en “-gía”. Por lo tanto, y como apunte diré que usualmente por allí todo el mundo estaba echado en las diversas camas como Tueris nos trajo al mundo. La especie de camisa fina de tinte azulado que llevan los pacientes del Hospital medio abierta y poco más. Y desde luego destapados. Menos cuando venían las visitas, naturalmente. Entonces nos anudábamos las camisas como podíamos si era posible, y nos tapábamos pudorosamente, como si una esposa, una tía o una hermana no hubieran visto nada en toda su vida.

En my room habían dos camas. Mi compi se había roto la cadera, pero ya se había recuperado. Lo que ocurre es que no se sabe por qué regla de tres el Alta Hospitalaria no le llegaba y él se desesperaba totalmente aburrido y sin poder hacer nada en todo el día. Y eso que tenía una mujer que se te salían los ojos cada vez que la veías. Creo que todos los de esa Sala contábamos los minutos del día de visita que le tocaba venir. Se ponía unos pantaloncitos y unas blusas precisamente para ir a la Sala de un Hospital que cortaban la respiración, y la puñetera sabía de sobra que teníamos que estar quietos, porque si hacíamos un movimiento brusco el dolor que podíamos sentir sería como poner la mano en el fuego. La gran mayoría estaba con una pierna en alto, con un brazo en cabestrillo o bien con el hombro inmovilizado. Entonces ya se había dejado de enyesar piernas y brazos, y solo se hacía si se daba la rotura por imposible, de forma que con una presión se dejaba curar de forma más libre y sin encerrar la pierna o lo que sea entre vendas, aplicando eso sí goteros con antibióticos y calmantes. El Clínico donde estaba yo es un Hospital Universitario, pero de vez en cuando hay algún miembro del personal no tan “Universitario”. Ese era el caso de una enfermera de nariz ganchuda y edad indefinida que se ocupaba de reponer los goteros cuando se nos acababan. En esa Sala de Urología (Venga todos a una: “Urología nunca serás mía”), en esa Sala de Urología digo, todos esperábamos con ansia la llegada de la mujer de mi compi, pero igualmente todos estábamos enamorados de la enfermera con nariz ganchuda de los goteros.

Finalmente mi compi no aguantó más. Probablemente alguien se lo sopló a su mujer y ella a su vez se lo dijo a Andrés, que era el nombre de mi colega cuartelario. Andrés me sorprendió solicitando el Alta Voluntaria, concepto que era la primera vez que escuchaba. Solo pasaron 4 días hasta que se la dieron, y entonces vino su mujer a recogerlo, no tan exquisitamente vestida como habitualmente, y fue la última vez que la vimos. Juro por el dios único Aton que fue la última vez que la vi, y si miento que me meta los dedos de sus múltiples manos por … ahí. Era una mujer muy veleta, porque en cambio la enfermera de la nariz ganchuda y los goteros continuó, eso es amor constante.

 

Dios Aton
Imagen cabroncete del dios egipcio Aton

 




lunes, marzo 07, 2022

Plátanos

 

Lo hallé, lo hallé ! Sé que lógicamente y en lo que a vosotros concierne os cuesta un rato largo creerlo, pero juro por Dagon e Ishara que los encontré. Se trata, seguro que ya lo habéis adivinado, de los maravillosos y se podría calificar de increíblemente extraordinarios PLÁTANOS CON MANCHITAS PECULIARES. Ahora debo desnudar mi alma (sí, ya sé que se trata de un recurso muy utilizado por mí), pero es que lo hago a menudo, la dejo como Astarté la trajo al mundo, y con el frío que hace últimamente no sé cómo no pilla algo, estando todo el rato en pelota picada. Yo soy un pitufo que se fija mucho, y he sacado historias de muchas partes: de otros blogs como en el caso de la Bruja, de un insecticida de mi cuarto como en Torre insecticida, de una película que vi hace poco (Fallen) como en Prácticamente morí (1 y 2), hasta del confinamiento como en Pelu. Pues en este caso ha sido un Whasapp que me ha enviado mi tía (y es una tía de verdad de la parte de mi padre, no pongo tía carnal para no empeorarlo). Pero ya me he enrollado como una persiana, es que no me decís nunca que pare y esto acaba como acaba.

La cuestión es que el lunes pasado tocaba ir a comprar a Mercadona. Se me antojó comprar algo de fruta. Me gusta sobre todo los plátanos, aunque también me decanto por las uvas, sobre todo si son negras. Pero lo que me hizo inclinarme por los plátanos y no por las uvas, fue vislumbrar con mis ojitos que se han de comer los gusanos dos especímenes que sobre una piel amarilla a lo Blas (de Epi y Blas = Bert & Ernie) (un psicólogo tendría algo que decir aquí. Primero digo que me gustan los plátanos y luego hago referencia a Blas de Epi y Blas) ostentaban unas singulares manchas, que juro por Sobek que representaban las islas del archipiélago Canario. Me quedé mirando como un tonto la pila de plátanos. Un apunte, yo cuando compro los frutos de estas plantas musáceas, lo hago en cantidad ya que me los suelo comer a puñados, pero eso sí los dos plátanos de manchitas peculiares se vinieron conmigo a casa. Y si sois como yo os preguntaréis seguramente, ¿por qué DOS y no un número superior? Pues he de confesar humildemente que no tengo la más remota idea. Bueno no es exacto del todo eso que digo, tengo una hipótesis, pero es muy aventurada, un tiro a ciegas. Después de mucho cavilar (lo he de confesar avergonzado) creo que si se le echa un vistazo a un mapa político de Canarias, se puede obtener la respuesta. No sé cómo se llama el Consejo que Gobierna la división administrativa de las islas que distribuye la capitalidad a Las Palmas de Gran Canaria por un lado y a Santa Cruz de Tenerife por otra.


viernes, marzo 04, 2022

Tapa WC

 

Últimamente voy mucho al baño. Popó no pipí que es lo usual y lo que hacemos hincando los pies y a horcajadas. A continuación voy a relatar la breve historia de la tapa del W.C. desobediente.

Siempre que me siento en el trono, la tapa del mismo se baja, apoyándose en mi espalda como el amigo borracho que te pasa el brazo por los hombros para intentar no hacer demasiadas eses” de lo beodo que está mientras te dice “Ay, guando de hiedo dío”. No sé muy bien por qué es tan desobediente y se baja como si me diera palmaditas en la espalda. ¿Me tendrá lástima acaso? A ver, yo puedo estar mal, pero tanto para darle lástima a mi propia tapa del W.C. … Quizá es que quiere cortar conmigo. Ay no, es eso. Joder, cambiaré, sé que puedo hacerlo, vamos deja que lo intente, pero no me abandones. Que lo de la hija del Señor Bidé fue solamente una vez y no significó nada, lo juro. Es que ese día la ducha estaba estropeada y hube de lavarme por partes. Y no tendrás celos de la ducha, que sois parientes. No, no te estoy llamando celosa, sé que el problema es mío y solo mío y no trato de endilgártelo a ti, no me seas desconfiada. Vale, has tenido motivos para ser desconfiada, pero el asunto de la hija del Señor Bidé no está entre esos motivos te lo aseguro, los motivos son otros, existen pero son otros. Que eres la única para mi, y la hija del Señor Bidé es una chiquilla apenas. O sea, que a pesar de mis promesas, de mis juramentos, de que te he dicho que cambiaré o al menos lo intentaré, no cedes. Pues lo de sustituir a alguien es un tema de doble dirección, he visto una tapa de Water acolchada en un chino que debe ser pero que muy cómoda y calentita.

lunes, febrero 28, 2022

Los Asesinos del Emperador - Santiago Posteguillo

 

Los asesinos del emperador (Trilogía de Trajano, volumen I), Santiago Posteguillo.

Es un libro de unas 1.100 páginas y en él se hace referencia en un momento dado a los sucesivos emperadores que precedieron a Trajano. Al comienzo del libro hay una breve columna donde desde arriba aparecen listados los siguientes emperadores: Nero, Galba, Otho, Vitellivs, Vespasianvs, Titvs, Domitianvs, Nerva y Traianvs. Pese a ello, casi todo el libro trata sobre el emperador Domiciano, su despotismo, su narcisismo, su complejo de superioridad hasta el punto de creerse un dios, la ampliación del Anfiteatro Favio (Coliseo), sus batallas y vamos sus locuras. Tanto es así que el primer capítulo es una especie de salto en el tiempo dedicado a Domiciano. Pero es que como el libro es largo se presta a que convivan el el mismo numerosas historias entremezcladas con la natural maestría de Posteguillo. Especial mención para dos personajes secundarios como son Partenio y Domicia Longuina. Dos personajes que sobreviven a varios emperadores de Roma y que no son fuertes guerreros ni nada parecido: Partenio es un consejero imperial, y Domicia es la hija de un General victorioso (Corbulón) obligado al suicidio por Nerón con la condición de salvaguardar las vidas de sus familiares.



domingo, febrero 20, 2022

Buscadores alternativos - actualización

 

https://www.bing.com/


https://duckduckgo.com/


https://search.yahoo.com/


Buscador de China:

https://www.baidu.com/

 

Es utilizado sobre todo en Rusia:

https://yandex.com/

 

https://www.ask.com/


Portal de Corea del Sur:

https://www.naver.com/


https://www.aolsearch.com/


Significa Directorio en Checo:

https://www.seznam.cz/


El motor de búsqueda que respeta su privacidad:

https://www.qwant.com/


Goza de popularidad en Corea del Sur:

https://www.daum.net/


Buscador de Japón:

https://www.goo.ne.jp/


Metabuscador:

https://www.dogpile.com/


Tecnología de Inteligencia Artificial:

https://www.wolframalpha.com/


Busca en Foros:

https://boardreader.com/


https://www.startpage.com/


Impacto ambiental:

https://www.ecosia.org/


Encriptación local:

https://www.searchencrypt.com/home


Metabuscador:

https://searx.me/


Búsqueda privada no filtrada:

https://gibiru.com/


Realiza búsquedas anónimas a través de un motor de búsqueda de su elección:

https://search.disconnect.me/


Búsquedas totalmente encriptadas:

https://swisscows.com/


Búsqueda anónima que sirve los resultados de Google:

https://www.lukol.com/


Metabúsqueda a través de una búsqueda anónima:

https://metager.org/


https://www.oscobo.com/


https://infinitysearch.co/


miércoles, febrero 16, 2022

Inil el Ilercavón

 

Antes de nada, poner algo que me han comentado y es que los nombres propios que tienen un enlace, corresponden a personas o lugares que existen o han existido, mientras que los que no tienen son pura ficción. Los enlaces los pongo una primera vez. Si la palabra aparece una segunda vez, ya no lo llevará.Y otra cosa, este no es mi estilo habitual y no me siento muy cómodo.

Su nombre era Inil. A Inil el mismo rey le había encargado la misión de ir desde Lessera hasta la ciudad costera de Arse llevando correspondencia administrativa, acuerdos de comercio y de ayuda mutua, así como cartas escritas por el mismo Monarca de los Ilercavones para un mensajero del Monarca Gobernante en Iliria que esperaría en el barco de un capitán Licio para zarpar desde ese puerto. Y sí, he dicho Ilercavones: no hay ninguna R juguetona después de la V. Inil no se había sorprendido de que el rey en persona le escogiera para esa misión. Ya hacía “time” que formaba parte de su Círculo de confianza, y por otro lado siempre se había sabido que el rey era muy dado a hacer las cosas él mismo, exceptuando al escogido grupo de fieles al que pertenecía Inil. Además, el rey necesitaba a alguien diestro y astuto, capaz de moverse sinuosamente y engañar al capitán licio, quien seguramente intentaría sonsacarle sobre el propósito del viaje ya que tenía fama de venderse al mejor postor y de sortear las trampas que sin duda le pondrían los ilirios que todos sabían que eran un atajo de piratas.

Ese día en concreto, Inil se había despertado con el gallo en su casa de la capital. Se trataba de una habitáculo cuadrado y reducido con un mobiliario y decoración modesto pero muy funcional que un decorador de la actualidad calificaría de minimalista, y que consecuentemente solo tenía lo imprescindible para alguien que se ausentaba a menudo, debido a sus múltiples misiones diplomáticas.

Inil fue a las afueras de la Ciudad, donde había una pequeña llanura. Desde allí, salía un pequeño sendero serpenteante hacia el Sur que terminaba tras mucho andar, al llegar al río Udiva (ya sé que he repetido un pelín más de la cuenta la palabra “pequeño”, pero es lo que hay, hace mucho frío y la máquina cambiadora de palabras está en un cuartito en el ático de mi finca, y con este frío, subir hasta allí y cambiar la palabra, brrr). El sendero era territorio seguro, puesto que aún estaban en los dominios de los Ilercavones, el problema sería cuando fuese más hacia el Sur y se acercara a tierras de los Edetanos. Para llegar a la llanura, había que cruzar “un algo salvaje” barranco, que se llamaba barranco por algo ya que no llevaba ni una gota de agua. La vegetación solía componerse de pinos, romeros, tomillos y arbustos bajos. Y, aunque viajaba armado y la fauna salvaje suele evitar a las personas armadas por experiencia, nunca se sabía. En solo dos jornadas llegó al río Udiva: el rey estaría contento cuando se lo contase, aunque no había corrido ya que no tenía porqué. Vadeando el río, y adentrándose en línea recta unos 25 pasos, encontró lo que le habían mencionado: una especie de señal grabada en una roca, representando a un lobo con un conejo en la boca, símbolo del monarca. Le habían dicho que tras la señal, entre unos arbustos se encontraba la entrada del pasaje subterráneo que debía seguir para llegar a la costa y embarcarse en la ciudad de Arse. Le costó encontrar la dichosa entrada, creía haberse equivocado, pero finalmente ahí estaba. Inil pudo bajar mediante unos escalones escavados en la roca y que los constructores habían colocado hábilmente de forma que solo podían verse en una posición determinada, al ser del mismo color que la roca de la que surgían y no tener demasiada profundidad. Más adelante, el espacio se ensanchaba un poco, desembocando en un pasillo donde se iniciaba lo que aparentemente era un camino subterráneo. Inil podía ver donde ponía los pies debido a un ingenioso juego de luces que se reflejaba una y otra vez y que parecía proceder de la apertura por donde había entrado. Inil se quedó unos minutos quieto y como ensimismado, pensando en todo aquello, pero entonces recordó su misión, se sacudió la cabeza perrunamente, y comenzó a caminar pasillo adelante. He dicho que podía ver y el modo en que podía hacerlo, para constatarlo ya más adelante vislumbró otros puntos de luz de donde salían reflejos similares a los de la entrada: todo eso le decía que no estaba muy lejos de la superficie, cosa que le tranquilizaba, no le gustaba la vida de los topos.

 

Inil el Ilercavón 2 >>> 

Inil el Ilercavón 2

 

No sabría decir cuanto caminó, pero lo que sí estaba claro es que estaba molido. De golpe, el pasaje se hizo sensiblemente más bajo y algo más ancho. A un costado había una losa horizontal con una pequeña estera. Inil supuso lógicamente que sería un camastro para descansar. Se acostó todo lo largo que era, pero antes de cerrar los ojos, se fijó en un objeto que alguien había dejado abandonado en ese lugar. Era una jarra. Inil no había visto en su vida una jarra tan bonita como aquella. Estaba seguro de que era griega - el diseño era conocido en todo el Mar Interior -. Representaba al semidios Herakles luchando contra el rey Gerión de Tartessos.

Entonces tuvo un extraño sueño. Estaba caminando por la espesura del bosque cercano al Udiva. Iba armado de una lanza y un pequeño puñal atado a la cintura. Nunca se le habían dado bien las flechas, por eso no llevaba arco. Tenía algo de envidia de algunos muchachos de la aldea que hacían exhibiciones con arco para lucirse ante las chicas. En eso le pareció ver como la sombra de un hombre entre la hojarasca y paró en seco. No se había equivocado, de entre la espesura surgió un hombre imponente, con una musculatura muy marcada, una barbilla prominente y una mirada penetrante que dijo llamarse Herakles. Se acercó a la distancia de dos palmos de Inil y le dijo “De aquí a 30 lunas todos los Lobos y los Toros de los pueblos que el mío llama Iberia te seguirán a ti”. Después de eso, dio media vuelta, y se fue por donde había llegado. Al despertar, Inil se quedó como atontado porque no comprendía el sueño, aunque lo sorprendente es que lo recordaba palabra por palabra, cosa que no le había sucedido nunca antes con ningún sueño.

Cuando finalmente llegó a Arse, lo primero que hizo antes de ir a puerto para buscar el barco licio, fue preguntar la dirección de un hechicero experto en interpretación de sueños. Le dijeron que había uno cerca del puerto que se llamaba Tonec, lo que le venía de maravilla. Bueno, llegó a la puerta que le habían indicado, y no tuvo ni que llamar porque allí estaba Tonec con sus calderos, sus hierbas curativas y sus pociones. Tras escuchar el sueño, se quedó un momento pensativo y luego le dijo: en tu sueño el semidios Herakles, hijo de Zeus y Alcmena te vaticinó que en 30 lunas todos los Ilercavones, Edetanos, Contesanos, Oretanos, Ilergetas, Sedetanos, Suessetanos, y los pueblos de alrededor, y otros más alejados como por ejemplo Bastetanos y hasta los Turdetanos se pondrán a tu servicio.

 

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