Últimamente me he acordado sobremanera de mi amigo (creo firmemente poder llamarle así) el Ebook que residía no hace mucho enfrente mío en un Bajo de la ínsula Barataria. Para los individuos de género masculino la mecánica de los recuerdos nos funciona así: las recordamos a Ellas por la noche nocturna y a nuestros amigos y amigotes durante el día. El primer recuerdo de Ebook del que tengo memoria (que raro eso del primer recuerdo del que tengo memoria memorizada) fue un día soleado. Mi amigo el Ebook se ponía siempre unas miras altas, no insisto no se ponía minifaldas como Cacahuete del que ya hablaré otro día, Ebook lo que solía presumir es de haber matado innumerables gigantes con sus manitas de dandi en su juventud, y su mayor ambición (del latín ambitus) era llegar a convertirse algún día en Papa del País del Centro, su zodiaco chino era Long, de forma y manera que algo tenía adelantado, y había comprado en un mercadillo un libro de literatura fantástica llamado El último dragón del autor Tobias Grumm, lo que le pareció una especie de premonición, como la peli de Blanchett. He de decir que la familia de Ebook y el mismo Ebook cuando finalmente se independizó nunca habían tenido muchos recursos y a falta de una palabra mejor, Ebook es actualmente pobre. Por no tener, no tiene ni guioncito en la palabra: ese guión que separa la letra E de la palabra Book (E-Book), pues obviarlo, nada de nada, es tan pobre que ni eso tiene y ha de llamarse Ebook sin guión. La R.A.E. (Real Academia de Ebook) admite ambas formas y maneras, así que no hay ningún problema problemático si alguien con un atolondramiento desmedido acaba escribiendo el nombre de Ebook con el consabido guión.
Os lo
podéis creer? Pues no sé muy bien cómo narices lo hacéis porque
lo que soy yo aún estoy asimilándolo. Son cosas que pasan, lo
asumo, pero es que a mi no me había pasado nunca hasta ahora. Jo,
pero hay que ver qué mente más
guarringonga
tenéis que ya estáis pensando lo que no es. Simplemente me han
sugerido, de forma quizá demasiado insistente y nada sugerente, que
de la misma forma que al comienzo de este relato cuasi
perfecto escribía “las recordamos a Ellas por la noche
nocturna ...”, continúe “… y a nuestros
amigos y amigotes durante el día diurno” en lugar de acabar la
frase sin el “diurno”. 414 palabras más o menos, no está nadita mal, como diría Flanders. Y solo he
tenido que añadir esa tontada de párrafo al relato de mi amigote el Ebook sin
guión ... cito.
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