martes, abril 30, 2019

Psicólogo


Enrique Cantó, Psicólogo. No me acuerdo con exactitud qué edad tenía cuando me enviaron a que "me arreglara" o lo intentase al menos, de los 12 a los 14 supongo, pero lo cierto es que no lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es dónde estaba su bufete en un principio: en Artes Gráficas, detrás de las antiguas Facultades y del Clínico, solo más tarde lo trasladó a la zona del final de Blasco Ibáñez, casi donde está la actual Estación del Cabanyal. No sé qué bus cogía por aquel entonces porque las líneas habrán variado una barbarité, pero sí sé que me bajaba por la zona de los Viveros o por Jaume Roig, un lugar algo "pijo". Recuerdo que en ese Valle de Lágrimas con carriles bici y calles estrechas cuasipeatonales tenían mis padres una pareja amiga suya cuya familia visitamos en un pueblo cercano a Mérida y donde me zampé un cocido de garbanzos fenomenal. Uno de los Patriarcas de esa familia que devolvió la visita a sus familiares sabiendo un problema mío con las almorranas, me trajo las hojas y la raiz de una planta que según me explicó debía llevar en el bolsillo. Bueno, no sé si no lo hice bien o si simplemente me tomó la peluca, pero a día de hoy con 51 tacos en ciernes aún las tengo, si bien es verdad que algo más pachuchas, pero creo que lo que mejor me ha ido ha sido cuando me apliqué Ruscus Llorens. Bueno volviendo al Psico, que no a Anthony Perkins, creo que E. Cantó me hizo prácticamente de todo: me hizo rellenar tests de esos de marcar casillitas, me enseñó varios dibujos representando formas distintas para ver la impresión que me causaban, conversaciones de diván, lo típico … recuerdo por ejemplo que me dijo que escribiera en un folio apaisado mis objetivos e intereses y los colocara en un lugar visible de mi habitación pegados con celo o algo parecido de modo que los viese al despertarme e ir a acostarme, repitiéndolos de vez en cuando. Para mi sorpresa hasta hace nada aún tenía el dichoso papelito por ahí zumbando. Ya he contado lo del librito que recomendó, pero hay otra cosa, y es que como se iba acercando demasiado a la problemática que tenía en aquellos momentos y yo era bastante celoso de mi intimidad al respecto, me volví contra él por decirlo suavemente. La cosa fue así: como he dicho tenía el despacho psicotécnico detrás de las antiguas facultades y lo/as jóvenes que querían ganarse un dinerillo extra le echaban una mano. Un día entró una chica en la habitación, y me la presentó con el nombre de Alicia explicándome que intentaríamos un ejercicio de conversación entre ella y yo. Bueno, me obligué a hablar de una manera ordenada comenzando por preguntarle su nombre donde estudiaba y por qué, pero luego continué e insinué, ¡no di por sentado! que ella ya conocía a Enrique y la presioné, eso sí, de forma suave pero insistente para que lo reconociese. Por otro lado, era un hombre muy organizado y a los Epilépticos nos encanta eso. Solo he conocido a otra persona que use la misma metodología de trabajo, y aunque su profesión también comienza por las mismas letras (P-S-I) es Psiquiatra no Psicóloga. Enrique se planificaba anticipadamente nuestras sesiones y desde luego tenía en cuenta que trataba habitualmente con personas que no estábamos entonces muy "potables", por algo íbamos allí y no era para pasar el rato. Hablando de gente no demasiado potable por ejemplo, esperando en su consulta a que me llegara el turno me topé con una madre y quien acompañaba a su hija a esa consulta porque, tal como hablaban, casi a gritos, la hija se tiraba al padre en la ducha y en otras partes. Parece que tenía verdadera ansia por hacerlo y acudían a ver si con cierta terapia desaparecía esa ansia. Y juro por San Pantunflo de la Zapatilla que no me aproveché de la situación a pesar de las miraditas que me echaba la chiquilla, claro que quizá se las echaba al cactus del rincón que tenía cierta forma fálica. Bueno por mi parte, a mis 16-17 desaparecí de la escena de Don Enrique.

Ahora que pienso y dejando aparte a Enriquito, hoy mientras estaba en el ascensor de la Biblioteca de enfrente de mi casa, me he entretenido leyendo un letrerito que decía algo así como "comunícanos la mejor experiencia que hayas vivido en nuestros ascensores FAIN". Bueno, ignoro si sería un ascensor de la marca Fain, pero yo sí que tuve alguna que otra experiencia en un cacharro de esos cuando era un pequeño pitufo sin gorro, sin Gárgamel, rubito y con ojos gatunos. Fue en Pío XII frente a Nuevo Centro en una Academia estudiando algo de Informática (Access 99), ¡toma geroma que recuerdos con Franco era otra cosa! (por cierto, tanto choteo con Franco y el 23 F en Valencia con el Millans del Bosch de las narices yo me di cara a cara con un tanque en plena Ingeniero Manuel Soto estilo la foto de la Plaza de Tian An Men de China, cuando en Valencia aún no habían quitado una valla que rodeaba los actuales Tinglados y el Puerto de Yates). A lo que iba, en el ascensor de esa Academia de informática, aunque yo no era de ningún modo la única persona de sexo masculino allí sí que lo era al utilizar el ascensor para bajar a la pute rue. En cuanto al sexo femenino no me preguntéis porqué pero estaba bien representado al respecto. Vamos, que me sentía agradablemente acompañado con unos acercamientos por la Tramontana y otros por el Migjorn en mis bajadas al tráfico urbano, porque de ahí cojía el autobus y ya sabemos cómo es el bus en la ciudad del Turia que acercamientos allí no faltan cuando eres un rubito con los ojos de un Adrien Agreste para quien no cambian de color al decir "¡Black, garras fuera!".

Un apunte, me han toqueteado el trasero en el bus muchas veces, mujeres, hombres y viceversas, pero el que mejor lo hizo fue un tío de unos 50 cuando yo tenía unos 20, un verdadero virtuoso de lo suyo todo hay que decirlo. Eso solo lo supongo, pero lo debió hacer para que me fuera con un jovencito que le acompañaba y que debía ser menor, no sé si era su "amigo" o si él era un familiar "gay" y quería simplemente iniciar al nano. Solo un año después, y montando en la línea 19 por Xàtiva, había picado esos Bonobús antiguos de cartón donde quedaban marcadas las paradas, horas y fecha en las que habías cogido el bus y una mujercita de unos 16 si llegaba a la edad se colocó en medio del pasillo del coche por donde yo tenía que pasar. Cuando pasé hube de apartarla, juro por Thor y Melkart que intenté no tocar o quizá no lo intenté con todas mis fuerzas. En cambio hace muy poquito pero estando ya en marcha el bus n.º 92, tan solo me metió la teta directamente en plena mano, pero directamente ¿eh? una abuela de unos 70 y lo hizo aprovechando que el autocar da esos frenazos que te tiran de golpe unos metros de delante para atrás y al revés, yo tenía la mano semiabierta y … ¡flop teta endins!. Cierto que hace tan solo dos años se nos insinuaron a mi padre y a mi cuando íbamos en el tranvía unas jovencitas, pero la que finalmente hizo efectiva la insinuación acercando su traserazo a mi padre, por su modo de actuar con nosotros y con sus compañeras y además su forma de vestir creo que era algo sumisa. Y con lo de traserazo no quiero cometer una incorrección llamándola gruesa, que no lo estaba sino todo lo contrario, pero menudo bombo, que ni el de Manolo el del Idem.

lunes, abril 22, 2019

Sierra Calderona y Olivera Morruda


Vamos a ver, cerca del chalet pero ya en la Provincia de Castellón, hay que tener en cuenta que el chalet está en Valencia pero en el límite provincial, hay una Masía que antiguamente era un simple Refugio de Cazadores. En ese Refugio se comenzaron a hacer comidas que tuvieron bastante éxito y se transformó rápidamente en la Masía de Ferrer. Se encuentra muy cerca de Segorbe y se entra desde el Sur por una rotonda en un camino con un túnel donde pone Camino de Cabrera. Unos 100 m antes de la Masía está la Olivera Morruda, un árbol protegido increíblemente grueso y que vale la pena fotografiar. Por cierto, en la Masía si os gusta comer pedir codillo, la especialidad de la Casa, pero reservar antes que es pequeño y está muy solicitada la cocina de allí. Si os gusta andar yo preguntaría si se puede ir y visitar la Masía del Coronel ya que es privada y de paso sacar unas fotos. Por otro lado, por el Camino asfaltado por el que habéis venido hay varias lagunas que serían ideales para ir con los nanos y que hicieran el cabra un poco. Hablando de otra cosa mariposa, el chalet está en las estribaciones de la Sierra Calderona pero por el Norte se encuentra otra Sierra, la de Espadán. En la Sierra de Espadán hay un pueblecito llamado Aín. Aín es el típico pueblo árabe todo lleno de casas blancas y calles estrechas que es fenomenal fotografiar pero que no es tan fenomenal ir en coche hasta allí. Entre sus callejas existe un antiguo molino reconvertido en restaurante de comidas exquisitas pero un tanto carillas, el Molí del Duc. Antes de llegar al pueblo hay un puentecito y aún antes otro pueblo llamado Eslida, y frente a él una Fuente con el nombre de Font de Fosques que se subdivide en Font de Dins y Font de Fora unidas por una corta senda. Un apunte, si tienes algo de tiempo te puedes meter hacia Eslida y preguntar con toda educación por donde se va hacia Artana porque os gustaría ver un aljibe árabe que hay en la Carretera, Maria Cristina creo que se llama. Se llame como se llame, entre lo que hay es lucha a brazo partido entre Eslida y Artana para ver quien se queda con la fuente y sus derechos, por tanto cuidar la educación al preguntar y escoger con precaución a quien hacer la pregunta.

Olivera morruda
Oliera morruda

Ermita de Artana
Ermita de Artana


Si me quedaba en la parte de la Sierra Calderona podía empezar mis caminatas por la Font del Llentiscle cerca de Serra, continuar hacia la Masía de Tristán vía la Font del Poll. Claro que saliendo de esa misma Font del Llentiscle, te encuentras un desvío tipo rampa cuesta arriba que pone “rebalsadores”. Bien, te la subes como puedes, haciendo fuerza de pedales, usando bastante los frenos, meneando el manillar a derecha e izquierda, y una vez arriba es como un dédalo formado por caminos y pasajes en la cabeza de la montaña y al fondo un impresionante Mirador que podríamos tomar como una especie de meta u objetivo al que dirigirse. Volviendo abajo conforme te vas acercando a la Masía de Tristán el camino se vuelve más y más accidentado, habiendo dejado de lado una bifurcación a la Cartuja/monasterio de Porta Coeli, a Olocau, a la Font del Berro y Font del Marge. Recuerdo que pasando la bifurcación a Porta Coeli por el otro lado había un caminito que llevaba a una casa destartalada y que soplabas y se iba por los aires y donde vivía al que llamaban por la zona “Búfalo Bill”. No sé cómo oí hablar de ese hombre que vivía solo ahí arriba fui un día y me hice amigo suyo. No fue difícil, fue más difícil encontrarle, porque todos me decían “Búfalo Bill” por ahí, por ahí, por ahí, hasta que al final, a fuerza de andar y desandar caminos le encontré. Vivía en una casita de dos habitaciones con una mecedora de esas entretejidas casi a punto de romperse por vieja y una silla. Un pequeño camastro que se adivinaba en la habitación interior que no era muy amplia - casi un cuarto de trastos - y una mesa. Supongo que cocinaría en un hornillo de esos portátiles, no lo sé. Nos pasábamos largos ratos hablando de lo que nos interesaba a ambos: por donde se iba mejor a los sitios (qué camino quiero decir), la caza o fauna local que había visto recientemente, los avances de la “Civilización” y sus caminos asfaltados … y un día ya no apareció, no sé lo que ocurrió realmente. Bien, no hablemos de cosas que no tienen solución. Si se quiere, se puede continuar siguiendo lo que parece una pista forestal cuesta abajo desde Tristán hacia la Masía del Coronel. Pero solamente una cosita, la Masía de Tristán normalmente la alquilaba la Conselleria o algún Municipio en la temporada de vacaciones para que acampasen chavales o algo parecido pero la del Coronel era propiedad privada, desde luego estoy hablando no de la actualidad sino de cuando yo iba por ahí, el 2000 aprox. No sé ahora pero creo que hace algún tiempo tenía algo que ver con el Valencia Club de Fútbol y que Penev u otro jugador (no recuerdo bien quien me dijeron) de la plantilla lo llevaban en helicóptero a ese lugar que tenía todo tipo de animales. Antes de llegar a la Masía, el camino se metía en una especie de recodo semicircular y se medio-sumergía entre matojos espigados donde solían aparecer de golpe conejos e incluso codornices. Unos pasos más y llegabas al Romeral, que era, bien, un bosquecito donde había un chalet que otro pero más bien pocos dada la falta de comunicaciones terrestres y la mala conducción de agua de esa zona. De ahí ya directo al Coronel después de girar 90 grados a la izquierda, pero casi se me olvida, antes de llegar al Romeral y viniendo de Tristán se tenía a la derecha la parte de atrás de la falda de Peñas Altas. Si se encontraba uno con ganas, podía intentar la escalada. De inicio solo se encontraban caminos de cabras e incluso alguna colección de cagarrutas redondas, que recordaban a la que mi madre de niña le ofreció junto con otros nanos a otro niño en Eslida cuando veraneaban “si quería un caramelito” me parece que le preguntaron y el muy bastorro va y tragó … literalmente. Desde que me lo contó, el Flan de Chocolate que me hacía desde luego me lo zampaba porque soy goloso, pero con cierta precaución ¿quien sabe?. Bien, luego se llegaba a un camino algo más amplio solo comparado con una senda de cabras naturalmente. Ese camino discurría paralelo a la línea de la montaña, de hecho estaba justo en la cima e iba “hacia el Romeral” pero por arriba del monte. Cuando se llegaba ya a la parte más baja de la montaña, tenías que guiarte ya por mero instinto, eso ya era ir a la aventura.

sábado, abril 20, 2019

Nuestros coches


Unos años antes de mi escapada hacia las Saguntos en pos de Sicania desde casa de mi Abu, había ido de viaje con ella y mi otra abuela a Pantincosa, Formigal o Candanchú vete tú a saber ahora. Supongo que mi padre les dijo a las dos: para que no riñáis, subid las dos al Seiscientos que fue uno de nuestros primeros coches, aunque duró poco.

El primer coche que me viene a la memoria era un Fiat 500 (el Fiatito) y luego casi inmediatamente un Seat 600 que ya digo, duraron poco, éste era liliputiense aunque no tanto como el anterior y era blanco y el Fiat anaranjado. Paralelamente, mi madre se compró un Volswagen escarabajo todo negro que para cerrar la puerta tenías que pegar portazo y entonces se abría la del otro lado y que mi padre llamaba amablemente "el mortuori", tampoco duró demasiado, evidentemente. Luego vino el Chrysler con el que fuimos a París, amarillo y largo como un día sin pan, por lo menos eso me parecía a mi y a mi corta edad. Y por supuesto, toda la larga serie de modelos de Renault, desde el R-4 inicial blanco y tipo furgo, hasta en Megane moradito y familiar, y el que duró más tiempo, el Triana con una línea verde en el lateral dibujando como una firma de marca que parecía que fuese conduciendo Curro el de la Expo con su melenita punky colorida.


Bien, nada más arribar a las nieves nos topamos con una especie de tablón que habían abandonado como los obreros hicieron con Canelo después de Agosto, y allá que nos tiramos por las pistas de nieve “esquiando” mi hermano y yo subidos a esa tabla. Nos pegamos nuestros morrazos claro está, pero teniendo los años que teníamos, terminamos con una sonrisa y con los mismos dientes en ella que había al comienzo. Más adelante, nos topamos con una zona donde había helado, así que estaba pelín resbaladizo. Mi abuela Ramona, que era bastante tirá p’alante casi literalmente, quiso caminar por ese hielo como de puntillas y claro ¡pataplam! fue muy cómico, a casi todos nos resulta muy gracioso ver alguna caída e incluso ella soltó una risotada cuando se vió en el suelo en el momento desde luego, porque claro pegarte tal costalazo con una osamenta de unos 65-70 años debe ser algo doloroso digo yo, y aunque intentó disimilarlo por la cara que puso acto seguido no quisiera haber estado en su lugar. He dicho que mi abuela Ramona era bastante tirá p’alante. Por ejemplo, en la parte de atrás del chalet teníamos una escalera que ni le de la escena final de los Intocables de Eliot Ness o la del Acorazado Potemkin. Pues bien, a mi abuela siempre le daba por barrerla. Cogía una escoba de esas antiguas de caña y esparto creo que eran que no soy experto en escobas, y se recorría la escalera de arriba abajo que era como subirse a un andamio no muy bajito sin sujeción adecuada. Y claro mi madre iba siempre detrás de ella para que dejara de hacer esas cosas y se adecuara a algo más tranquilo … infructuosamente desde luego, menuda era Ramoneta.


Bueno, antes de que se me olvide, unos años después de mi viaje de fin de curso a Suiza, volví a Suiza con mis padres y mi hermano concretamente a la Estación de Vervier. Fue un visto y no visto, creo que uno o dos días. Aparte de nuestra llegada a la Estación, que fue como la escalada de Pedro Delgado al Tourmalet en el Tour de Francia. Compramos alguna tontería en la tienda de Souvenirs y Santas Pascuas. Ah! Y mi madre un poco más y se mea encima al montarse en el Teleférico ese conforme subía y bajaba las montañas de marras. 

Pedro Delgado. Tour 1988 (Tourmalet)
Pedro Delgado. Tour 1988 (Tourmalet)
 

domingo, abril 14, 2019

Jhereg intriga en el castillo negro



Este librito es ideal para unas cortas vacaciones, si se encuentra claro porque aunque se escribió en 1983 por primera vez mi edición era de 1995.
Habla de un muchacho de 16 años llamado Vlad Taltos que se mete a asesino para desenvolverse en una ciudad fantástica de dragones con el nombre de Adrilanka, capital del Imperio Dragoreano. "Ofrezco a tu huevo una vida larga, carne fresca y roja sin esfuerzo, y ofrezco mi amistad. A cambio pediré su ayuda en mis empeños, pues está en su poder. Pediré su sabiduría y pediré su amistad". Fue el pacto que Vlad ofreció a la madre de Loiosh, que fue el nombre que le puso al jhereg que salió del huevo y que le dio la madre tras aceptar el pacto. Un jhereg es un ser especie de pequeño dragón del tamaño de un buitre con piel correosa y mordedura venenosa.
Vlad Taltos, suele llevar en un hombro a su jhereg, cuenta con ciertos conocimientos de brujería, un arte que le legó su abuelo y que la mayoría deja para los “orientales” o como en ese mundo se llama a los humanos, aunque eso no quiere decir que no sea un mundo mágico porque se tiene cierta querencia a usar, eso la magia pero se le tiene cierta inquina a la brujería, y además Vlad posee ciertas habilidades con lo que se llama “esgrima oriental” que desde luego también le enseñó su abuelo. Claro que siempre hay personajes secundarios, pero me parece que no se podría pasar sin nombrar a Kragar, un dragón que se asocia con Vlad en su “negocio”, sabe mantenerse siempre en un segundo plano siendo la astucia personificadas y atendiendo a Vlad siempre que lo solicitara. También habría que mencionar a Kiera la ladrona que lo roba todo y no notas que lo hace, vamos que sería capaz de robarte el izquierdo y el derecho no te enterarías. Y como el libro se llama como se llama a Lord Morrolan E'Drien y Lady Aliera E'Kieron del Castillo Negro, con esos nombres pasan la seguridad del pub seguro. Desde luego La Tierra Media del Señor de los Anillos no se parecería mucho al mundo que Brust describe en su libro, pero en él también aparece los dragones, una raza que vive un montón de tiempo como los Elfos, y dejan como muy vulnerables a los humanos o como ellos nos llaman un tanto despectivamente “orientales”.

martes, abril 02, 2019

Test


 Tan solo borrad mis respuestas y escribid las vuestras, o bien enviádselo para que lo rellene alguien que conozcáis:

1. Nombre: Joaquín

2. ¿Te llamaron así por alguien en especial ? Supongo que por mi padre, fue muy bueno, él tenía tres nombres y se desprendió de uno, no creo que fuera por el butanero porque él se llamaba Alejandro.

3. ¿Pides deseos a las estrellas ? Más bien no, están demasiado lejos y no creo que pudiesen pagarle al mensajero de SEUR si me los concediesen.

4. ¿Cuando fue la ultima vez que lloraste ? Creo que fue cuando me sacaron los puntos el Verano pasado, soy quejica por naturaleza.

5. ¿Te gusta tu letra cuando escribes ? Je, para que nos entendamos la frase que mejor la describe es la que utilizan los cronistas deportivos para describir un campo de fútbol en malas condiciones: "un patatal".

6. ¿Cual es tu comida favorita ? Arroz, de todo tipo mientras no lleve pepino.

7. ¿Cuando es tu cumpleaños ?: 31 de Enero

8. ¿Cual es tu CD mas embarazoso ? Vale, lo reconozco no me van los CDs. Debo ser la conciencia Pepe Grillo de alguien que se baje música gratis.

9. Si fueras otra persona, ¿ serias amig@ de ti ? Por qué no TI lo sería mío.

10. ¿Eres un demonio? Sólo sé que los demonios tienen cuernos.

11. ¿Has dicho alguna vez algún secreto que juraste no decir nunca ? No me han confiado nunca ningún secreto de esos, de verdad. No debo inspirar mucha confianza.

12. ¿La imagen importa ? Joder claro que importa, a los hombres por lo menos a mi nos resulta agradable ver una cara bonita, de inicio. Pero después algo que apoye esa imagen no está nada mal.

13. ¿Como demuestras tu ira? Alzo un poco la voz. Si me enfado mucho tiro algo al suelo.

14. ¿ Cual es tu segunda casa? Personalmente ninguna.

15. ¿ Confías en los demás pronto ? Pues no.

16. ¿ Cual era tu muñeco favorito cuando eras niño/a ? Un osito que me regaló Carla.

17. ¿ Que clase en el colegio crees que era la más útil ? Antes Ciencias Sociales, ahora definitivamente Matemáticas, sabías que conocía a una chiquilla de 14 años que creía que el Ebro desembocaba por Cartagena y el Turia por Barcelona?


18. ¿ Tienes un journal, blog, diario, web? Sig

19. ¿ Usas el sarcasmo ? Si, pero soy consciente que no todos lo comprenden.


20. ¿ Cuales son tus apodos ? Apodos no tengo, personalmente. Porque donde vivo hay apodos familiares, "Malnoms" se llaman: por parte de la familia materna de mi padre yo soy un "rajola" que traducido muy pero que muy libremente viene a ser "ladrillito" y "marquesito".


21. ¿eres fuerte? Una niñita de cuatro años me podría hacer puré de un mamporro.

22. ¿Edad? 49

23. ¿ Cual es tu helado favorito ? Para que yo tome un helado tiene que hacer un tiempo DI-VI-NO.

24. ¿ Talla de zapatos ? 43

25. ¿ Que es lo que mas odias de ti mism@? Sí, como que te pienso decir eso.

26. ¿A quién echas más de menos ? Menuda pregunta. Creo que no he pasado el tiempo suficiente con nadie para luego echarles de menos.

27. ¿ Quieres que toda la gente a la que mandas esto responda ? Sería bonito, aunque supongo que es algo comprometedor responder a todo, demasiados datos.

28. Color de pantalones, camiseta, zapatos que llevas puestos ?
Pantalón negro y suéter marrón y unas braguillas rosa.

29. ¿ Que escuchas ahora mismo ? Llover.

30. ¿ Última cosa que comiste ? Tortilla de patata.

31. Si fueras un color, ¿cual serias?: Verde

32. ¿ Como está el tiempo ahora ? Hace un frío del copón

33. ¿ Quien fue la última persona con la que hablaste por teléfono ? No suelo hablar por ahí.

34. ¿ Te cae bien la persona que te mandó esto ? Es bajita y no dice la Biblia que de los bajitos será el Reino de los Cielos?

35. ¿ Bebida favorita ? Zumo, preferiblemente de pera limonera.

36. ¿ Deporte favorito ? Senderismo, si se puede considerar un deporte.

37. ¿ Color de pelo y Color de ojos ? Canoso y verdes, toma ya!

38. ¿ Llevas gafas/lentillas ? Llevo gafas o sea que no vale pegar.

39. ¿ Ultima película que viste ? "Los Borgia"

40. ¿ Día favorito del año ? Que no sean Fallas.

41. ¿ Verano o invierno ? En Verano hay buen tiempo y paseo más. Y además hay más bikinis. Verano.

42. ¿ Abrazos o besos ? Abrazos definitivamente. Los besos me suena a la tía o a la abuela que llegan y dicen: "deja que te de un besito nene". Yo creo que el beso es más gratuito, mientras que el abrazo hay que ganárselo.

43. ¿ Cual es tu postre favorito ? Tiramisu y Tocino de Cielo, golosillo que es uno.

44. ¿ Que libros estas leyendo ? El faro de Alejandría.

45. ¿ Qué es lo último que has visto en la TV ? Los Simpson

46. ¿ Rolling Stones o Beatles ? Save the Music

47. ¿ Crees en la creación o en la evolución ? Creo en la elocución de las especies, donde el pollino es el orador.

48. ¿ Lugar dónde mas lejos has estado ? Amsterdam a ver los polders. Claro que si te refieres a España en Vigo en el barrio de las putas, hacían una paella fantástica.