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sábado, agosto 09, 2025

Komme8

 

Salimos de Ortigueira. El mar se calmó un poco, ya no estábamos en las fauces de un dragón lo que ya era algo, y nos podíamos acercar más a la costa, porque antes de Ortigueira era un poco inquietante eso de alejarse mucho de la costa por miedo a que la fuerza de las olas nos estrellara contra las rocas. Y al final llegamos a un lugar llamado Jixón, o Jijón, o Gixón, o Gijón o algo así. En esa población de cuyo nombre no puedo acordarme visitamos el Monte Deva que naturalmente deriva si lo miramos de una forma etimológica del verbo devaneo y el Monte Areo que traducido del latín significa algo así como zona de montaña. Bueno, nos largamos de Jixón, o Jijón, o Gixón, o Gijón o algo así. Remamos un largo trecho y al final tuvimos que torcer hacia el Norte de nuevo. Seguimos un poco y llegamos a un lugar llamado Burdiale. Desde luego en Burdiale aprovechamos y visitamos su Gran Sinagoga. Esta comunidad creció considerablemente tras la promulgación del Edicto de Granada(31 de marzo de 1492), por el que los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de las coronas de Castilla y de Aragón. Y asimismo, estábamos interesados en visitar las instalaciones de la Base de Submarinos construida durante la II Guerra Mundial por los alemanes.

Después de cansar bastante los brazos, llegamos a una islita con el nombre de Nermouster. Sí, ya sé: Las Crónicas de Riddick 3, el resurgir de Nermouster. Os imagináis? una isla francesa como si fuese un necrófero. Joder, hay un castillo allí que es para chuparse los dedos, la mayor parte es del S. XIX, aunque hay partes del S. XIII. se reconstruyó en piedra por el poder feudal de la isla, que trataba estabilizar la región para impedir los pillajes normandos

 


 

Nos volvimos a hacer a la mar, y volvimos a ir hacia el Norte, que ya cansa tanto lo mismo, había quien decía que se podía ir hacia otra parte por variar, pero triunfó la rutina. Al final ya dejamos la costa porque esa parte es que, bueno, pues, que se acabó, vaya, y había que doblar o adentrarse en el mar y estábamos tan cansados de seguir siempre la costa que nos adentramos en el mar. Recontrajoder !!!, ya estamos otra vez con corrientes y olas que nos arrastran de parte a parte. Lo bueno es que duró poco tiempo. Y al acabar llegamos a un puerto llamado South Downs above Worthing. Pero juro por Baal Hammon que no nos paramos a escribir allí La importancia de llamarse Ernesto. Dejamos allí las canoas y nos largamos por tierra hacia Southampton. Una cosa es ir de copiloto, mirar un antiguo mapa de esos de papel y decirte que después de todo Southamton está a unos dedos de distancia de Worthing sobre el puto plano, pero creedme, que otra cosa es ir a pata. Ahí no son unos dedos, pero son más putos que sobre el papel.

 

NOTA: El 12 de Agosto el relato continuará con Komme9

 

Komme7

 

Bueno, zarpamos hacia el Norte desde el poste … de piedra, siguiendo las "bienintencionadas" instrucciones del calvito.

Komme miraba anhelante a los de los trajes vistosos, viendo cómo se alejaba su posibilidad de conseguir supositorios con tripita cervecera. Si conseguimos regresar, a las esposas de Komme se les encargará que aprendan una nueva perversión sexual. Bueno, remamos poco rato y dimos con un puerto en el que pudimos reposar, que la gente decía que se llamaba algo así como Laccobriga, o al menos algo así pudimos entender. Parecía por sus gestos que querían que nos quedáramos unos días allí, pero preferíamos volver a salir a navegar en cuanto reposáramos.

 

 

Seguimos hacia el norte apaciblemente, iba a ser verdad lo que decían los de los trajes vistosos. Esta vez después de seguir mayor distancia de costa sin encontrar nada, al final dimos con un pequeño puertecito llamado Cale donde estuvimos muy poco tiempo, pero no dejamos de visitar la "Casa del Infante de Sagres" y el Museo del vino de la Ciudad. Hacia el Norte de ese lugar, el mar cambió. El viento se hizo más fuerte y las canoas más difíciles de manejar y afortunadamente nos pudimos refugiar en una bahía habitada cuyo nombre no pudimos descifrar porque el mar ya se estaba poniendo muy feo. Eso sí, aunque no pudimos descifrar el nombre, sí que entramos en un Ale-hop que tienen en el Barrio de Bouzas porque Pito tenía el antojo de comprarse una taza de desayuno. Parece que más adelante según ciertos marineros de la población en la que estábamos, las olas se hacían más altas y el mar era más violento.

 


 

Aún así partimos del lugar de nuevo. Bueno, no lo he dicho, pero ya nos lo habían aconsejado los tainos y la gente de los sitios por los que pasábamos, que saliésemos muy pero muy de mañana y aprovecháramos la brisa de entonces. Fuimos hacia el Norte, pero poco a poco nos desviamos hacia el Noreste. La costa hacía dibujos extraños como dientes de dragón y tal como nos habían dicho, las olas chocaban fuertemente contra las rocas de la playa, bueno arena de playa no había. Lo que era un poco raro, quizá algún dios extraño había echado su extraña maldición a ese extraño pueblo y en lugar de una playa de arena tenían una de roca. Bien, al final llegamos a una punta, o podríamos decir al diente del dragón, con el punzante nombre de Ortigueira, donde nos paramos momentáneamente para ver la famosa cultura castreña de la zona y algunos de sus dólmenes.

 

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Komme6

 

Dejamos a Komme dispuesto a comerse el supositorio por su boca coprológica, y no es por nada pero el supositorio poseía una elongación prolongada y tripita cervecera. Vamos que cuando se lo pusieron pegó sus buenos berridos. Solo que luego podía entender el lenguaje ese tan extraño que hablaban los de trajes vistosos. Dijeron que venían de una tierra lejana llamada Kemet, de parte de su jefe Jafra, el cual era un gran inventor, y se le había ocurrido lo de ese supositorio para comunicarse con habitantes de otros países. Supimos mediante Komme y su sacrificio que el poste de piedra se llamaba en realidad "columna", que los postes eran dos, y que uno estaba en un taller de un lugar cercano - palabra que rima con banano - llamado Gades para repararlo, porque el tiempo pasa para todos, incluso para los postes de piedra llamados columnas. Ah, y que cuando terminen de arreglar el que está en el taller, vendrán a por el otro. Coño! claro. Santo Pottoro! Entonces el grabado de las líneas paralelas (también llamadas en algunos sitios paratontas) de la roca que estaba en las islas aquellas eran de esos postes … de piedra. Nos invitaron a su cacho canoa que era bastante espaciosa, para que nos aseáramos y descansáramos todo el tiempo que necesitásemos. Y desde luego sugirieron que depiláramos nuestro cuerpo corporal. Solo que dijimos que no, gracias, y que de esa forma seguirían siendo el Pueblo Elegido de los dioses, hasta que otro más bruto dijese serlo claro. Una vez ya habíamos descansado, nos sentamos todos en torno a una mesa para decidir qué rumbo íbamos a tomar. Como deferencia hacia nuestros anfitriones, invitamos a reunirse con nosotros al que creímos que era el que llevaba la voz cantante del grupo de los trajes vistosos para que hablase a través de Komme y su supositorio. Al que invitamos era un tipo alto como el Waikerí que se había hundido y había alegrado el corazón de Komme. Era calvo y estaba todo depilado sin tener los vistosos ropajes de sus compañeros, y tenía una voz de carraca cuyo sonido seco costaba olvidar. Como nosotros no nos poníamos de acuerdo en el nuevo rumbo, habló y nos recomendó que fuéramos hacia en Norte, donde las aguas eran cada vez más calmas. A los Taino eso no les cuadraba nada. Recordaban que cuando estaban por sus islas, en sus viajes ocasionales hacia el norte, siempre había oleajes y vientos fuertes. Así que igual el calvito nos la quería pegar al grupo, pero se callaron porque después de todo, ya les había ocurrido de todo de camino a estas tierras, así que mucho peor no sería.

 

 

 

También nos dijo, que cuando llegásemos al final del viaje encontraríamos un círculo de piedras grande que construyó un pueblo del norte el cual desprende magia arcana.

 

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Komme5

 

Una vez estuvimos en las islas (Canarias), Pito Peke y la hija del jefe se casaron, y como Komme Pottoro era el Capitán de nuestra pequeña escuadra de canoas, le tocó oficiar la Ceremonia. Después de eso, enseguida nos fuimos de esas islas. Antes de zarpar, Komme descubrió una extraña marca en una roca en la que rompían las olas y en la que había grabadas dos barras paralelas. La roca estaba situada hacia en Noreste y nadie, ni siquiera los chamanes, supieron descifrar su significado. De todas formas, decidimos seguir ese rumbo.

Bueno, al final se dio una anécdota cuando ya nos alejábamos y el amante de lo nipón de turno, ese que colecciona figuritas de Samuráis, láminas del Monte Fuji y reproducciones de Geishas, miró hacia el volcán Teide, y dijo que se parecía al Monte Fuji, y que ojalá alguna vez pudiese visitar el de verdad. Y un compañero le contestó que no, que el Monte Fuji no era un volcán, que siempre había oido que le llamaban Monte Fuji y no Volcán Fuji. Y otro dijo que sí que lo era, que en la aldea su amigo Bab&oso le contó una vez que conoció a un japonés llamado Oki que acababa de venir del Volcán Fuji. Y otro volvió a negarlo, dijo que todos sabían que Bab&oso era bastante tonto del culo y que soñaba hasta con esquimales. Vamos, que empezaron a discutir sobre el vulcanismo del Monte Fuji y solo porque estaban remando como descosidos, porque sino llegan a las manos. Tras remar un buen tramo, nos pareció ver un punto alargado en el horizonte. Al acercarnos, resultó ser un poste enorme, parecido a los Totems que se cuenta que algunos pueblos del norte erigen para conmemorar su linaje, solo que este poste era de piedra. Nos movimos alrededor del poste de piedra, mirándolo por todas partes intentando dilucidar - joder qué palabra, me encanta la musicalidad que tiene ese vocablo, DI-LU-CI-DAR, es simplemente … genial - bueno, intentando dilucidar qué narices era ese dichoso poste … de piedra. Estábamos ahí concentrados y de repente vemos acercarse una canoa enorme que paró junto a nosotros. Los tripulantes, se dice así? sí, los tripulantes de la canoa vestían vistosamente y hablaban una lengua tan inteligible como la de la hija del jefe, la que se había casado con Pito Peke. Uno de ellos que parecía una especie de chamán nos examinó detenidamente y luego pareció conferenciar con las demás personas de trajes vistosos. Entonces nos explicaron por señas que teníamos que meternos un supositorio enorme por el CUL-¡pip!. Cuando por fin entendimos las señas, nadie quería hacer ese "sacrificio", y además no comprendíamos porqué querían que hiciésemos esa capullada. Eso sí, los chamanes decían que seguramente era algo importante, aunque resultara bastante chocante como poco. Por eso nos reunimos todos en torno a Komme y le hicimos ver que él dirigía a toda la expedición, y no solo a los Caribes, por tanto debía hacerse responsable por todos. Y sabéis qué? pues que coló, nadie se lo creía. No sé, igual Komme estaba falto de cariño después de tantos días, y se dijo que a falta de pottoros probaría el supositorio. Es una suposición tan buena como cualquiera, no?

 

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miércoles, agosto 06, 2025

Komme4

 

Estábamos en la playa tan tranquilos, tomando una fruta anaranjada y con cuernos y cangrejitos. Solo faltaban unos mojitos y unas titis abanicando. Bueno, estábamos allí y vemos que se van acercando poco a poco unos individuos de aspecto extraño, lanza en mano, con mucho cuidado, y que tenían la piel negra como el betún. Si, sí, he dicho negra. Anu, Padre de Enki! No lo había visto nunca. Hablaban una lengua rarísima. Claro, tenían la piel negra, así que tenían que hablar raro, eso lo sabría hasta Rajoy. Vamos, que al final tuvimos que comunicarnos con signos, que parecíamos un italiano con su coche en hora punta. Pito Peke resultó ser el más diestro en esas comunicaciones gestuales, y querían casarle con una de las innumerables hijas del jefe. La chica tenía un nombre impronunciable, pero los ojos más brillantes que ninguno habíamos visto. Y el zalamero de Pito Peke cuando llegó la noche nocturna, señalaba las estrellas y luego señalaba los ojos de la chica. Yo creo que si su piel no hubiese sido negra, ella se habría puesto colorada, roja y encarnada. Solo que claro, no se le notaba, todo tiene sus ventajas. A la mañana siguiente, el jefe nos indicó que al Norte había otras islas interesantes para ver. Cogimos la indirecta y le dijimos que necesitábamos descansar un poco más, pero que en unos días les dejaríamos en paz. Por otra parte, Pito Peke no estaba por la labor de quedarse allí para toda la vida. Una cosa era coquetear un poco, y otra comprometerse. Él era joven aún y quería experimentar. Siempre veía con sus esposas a Komme Pottoro, pero él no quería eso. Él quería algo más aleatorio. Pero al final se le trastocaron los planes, porque la hija del jefe estaba muy coladita por Pito, y cuando ya nos íbamos hacia el norte con las canoas, se nos metió en el maletero de la última barca y no nos dimos cuenta hasta cuando fuimos a sacar los refrescos y los bocatas ya el alta mar. Al final no nos quedó más remedio que llevárnosla hasta las islas del norte que nos dijo el jefe.

 

Canarias

 

 

Al final esas islas no estaban tan cerca, y además había corrientes. Joder! Corrientes de agua, que correrse dándole al manubrio o con unos deditos es otra cosa. Bueno, además había corrientes, joderos! mirad como lo digo, CORRIENTES, CORRIENTES, CORRIENTES, … pero finalmente llegamos.

 

NOTA: El 9 de Agosto el relato continuará con Komme5 


 

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