Lo hallé, lo hallé ! Sé que lógicamente y en lo que a vosotros concierne os cuesta un rato largo creerlo, pero juro por Dagon e Ishara que los encontré. Se trata, seguro que ya lo habéis adivinado, de los maravillosos y se podría calificar de increíblemente extraordinarios PLÁTANOS CON MANCHITAS PECULIARES. Ahora debo desnudar mi alma (sí, ya sé que se trata de un recurso muy utilizado por mí), pero es que lo hago a menudo, la dejo como Astarté la trajo al mundo, y con el frío que hace últimamente no sé cómo no pilla algo, estando todo el rato en pelota picada. Yo soy un pitufo que se fija mucho, y he sacado historias de muchas partes: de otros blogs como en el caso de la Bruja, de un insecticida de mi cuarto como en Torre insecticida, de una película que vi hace poco (Fallen) como en Prácticamente morí (1 y 2), hasta del confinamiento como en Pelu. Pues en este caso ha sido un Whasapp que me ha enviado mi tía (y es una tía de verdad de la parte de mi padre, no pongo tía carnal para no empeorarlo). Pero ya me he enrollado como una persiana, es que no me decís nunca que pare y esto acaba como acaba.
La cuestión es que el lunes pasado tocaba ir a comprar a Mercadona. Se me antojó comprar algo de fruta. Me gusta sobre todo los plátanos, aunque también me decanto por las uvas, sobre todo si son negras. Pero lo que me hizo inclinarme por los plátanos y no por las uvas, fue vislumbrar con mis ojitos que se han de comer los gusanos dos especímenes que sobre una piel amarilla a lo Blas (de Epi y Blas = Bert & Ernie) (un psicólogo tendría algo que decir aquí. Primero digo que me gustan los plátanos y luego hago referencia a Blas de Epi y Blas) ostentaban unas singulares manchas, que juro por Sobek que representaban las islas del archipiélago Canario. Me quedé mirando como un tonto la pila de plátanos. Un apunte, yo cuando compro los frutos de estas plantas musáceas, lo hago en cantidad ya que me los suelo comer a puñados, pero eso sí los dos plátanos de manchitas peculiares se vinieron conmigo a casa. Y si sois como yo os preguntaréis seguramente, ¿por qué DOS y no un número superior? Pues he de confesar humildemente que no tengo la más remota idea. Bueno no es exacto del todo eso que digo, tengo una hipótesis, pero es muy aventurada, un tiro a ciegas. Después de mucho cavilar (lo he de confesar avergonzado) creo que si se le echa un vistazo a un mapa político de Canarias, se puede obtener la respuesta. No sé cómo se llama el Consejo que Gobierna la división administrativa de las islas que distribuye la capitalidad a Las Palmas de Gran Canaria por un lado y a Santa Cruz de Tenerife por otra.