Guerrero.Carataco, rebelde a Roma de Simon Scarrow.

En un banquete ofrecido por el emperador Nerón, el historiador romano Cayo Placonio Felicito hastiado de construir y casi crear de la nada biografías para ricos patricios en las que los enlaza con antiguas figuras mitológicas y con héroes legendarios del pasado, que si bien ha impulsado su carrera y engordado su bolsa, no son encargos que han contribuido demasiado a su enriquecimiento personal como historiador, ve a una figura de un guerrero extranjero, altiva y orgullosa pero aparentemente venida a menos. Parece ser un Britano, Felícito no está seguro, después de todo es un afamado historiador romano invitado frecuentemente a ese tipo de eventos y que distingue tanto a un Celta y un Germano como un habitante de Montana distingue entre Kazajistan y Uzbekistan, lo único que sabe es que los dos terminan en -stan, como el Gran Stan. Joder, la escena, en que la mujer tiene que reforzarle por detrás para así pasar su temporada en prisión. Bueno, la figura resulta ser la de Carataco, un rey britano que fue el azote de las legiones romanas durante mucho tiempo hasta que finalmente fue derrotado. Felícito ve entonces la posibilidad de escribir sobre una historia real y un héroe real que tuvo en jaque a Roma durante mucho tiempo en lugar de inventarse historias sobre nobles romanos. El problema sería convencer a Carataco cuando evidentemente los romanos para él no son gente muy querida, con el problema añadido de que Roma es más hostil en el momento del encuentro en la fiesta de Nerón, debido a que está muy reciente el levantamiento de la Reina Boudica.

La marca del Puntorro

 

Recordáis la Tomografía Axial que me hicieron en 2022 de mi relato Abducido? Bueno, pues ahora ha sido una Radiología. Vamos todos a una, radiología, cuándo serás mía?. Fui con mi Ayuda a Domicilio (SAD) a un Hospital subsidiario de la Sanidad Valenciana. Se emperran en acompañarme a esos sitios. Creo que es porque cuando terminas vas algo grogui por la droga. La cuestión es que esta vez no me pusieron contraste no sé porqué, o eso le dijeron a mi Ayuda. Sería sencillo engañarle porque es una persona simplona y sin malicia. Cuando nos instalaron los cerebros, el suyo no quedó muy bien. Bueno, volvamos al asunto. Primero me hicieron la pregunta de rigor de si tenía alguna prótesis metálica o algo por el estilo. Y luego ya me metieron en el tubo y empezaron los ruidos que me dejaron medio tarumba. Ziiic! Ractactactactac, Pumpumpum, Zooooop! Luego silencio y te tiraban con el tubo un poco hacia delante y comenzaba de nuevo, Shaaauuait!, Loploplop, TicticticticticTac. Afortunadamente para mi, había 3 manchitas negras (como en los plátanos con manchitas peculiares) en la parte de arriba del tubo en las que me fijé entre ruidito y ruidito. Centré mi vista en ellas, y menos mal porque sino un poco más y me duermo con los puñeteros ruiditos. Y ahora al lío. Recordaréis que iban a ponerme contraste y al final le dijeron al zompo de mi Ayuda que desistían. Bueno, donde me pincharon para el posible contraste fue en el dorso de mi mano izquierda (sí la mano siniestra, eso no muy bueno Teniente Dan). El primer día no había más que un minúsculo pinchacito de nada. El segundo día había una zona con una leve rojez y el puntito. Y hoy que es el tercer día, la rojez se ha intensificado y el punto está como en "negrita". Me da miedo porque como es el tercer día igual resucita y sale del punto algo como en la peli Alien. Por eso la llamo La marca del Puntorro.

Plaza de Alfonso el Magnánimo - Parterre

 

Silencio. Hay que ir con mucha cautela. Esto es muy delicado. Hay que ir despacito hasta la puerta de casa y cerrar con llave con mucho cuidadín. Que hoy tengo que ir a comentar nada más y nada menos que el Parterre. Ese Jardín que conmemora a aquel rey que bajó de los cielos a los infiernos y nos rescató del pérfido infiel … con el que nos íbamos de discoteca todos los findes, y con quien celebrábamos en un pub los cumpleaños de sus hijos.

Bueno, cuando salí por la puerta de mi casa, cogí el bus 19 en la Calle de la Reina. No bajé hasta el final o sea la Calle Guillén de Castro. Profe? la Calle Guillén de Castro está algo lejos del Parterre. Ya lo sé Caraculo, digamos que quería caminar que suena más elegante que decir que me confundí. Bueno, tuve que caminar hasta llegar al Parterre. Y al llegar, lo primero que vi fue la estatua ecuestre de aquel rey antes mencionado. Para no verla, es bastante grandecita. Se parece a las fotos esas de Putin en las que se quería hacer el machote, pero con armadura. Ya dentro del jardín, lo vi más de cerca, y ya se le veía más marcial.

 

• Claro que luego me dí la vuelta y lo que vi hizo que toda la marcialidad me la quitara de la cabeza. No podía ser. Bueno, no podía ser, pero estaba delante de mis narices. Al tío Demetrio le habían hecho una estatua con fuente incluida. Y todo porque fundó aquel restaurante tan famoso. Mira, ahí lo tienes con tenedor gigante que ponía en la puerta del local. No, si a cualquiera le hacen una estatua.
  

Luego ya miré el resto del jardín. Vi un árbol con un tronco muy gordo. Lo tenían vallado para protegerlo de las "caricias" que pudiéramos hacerle. Y desde luego las típicas palmeras casi en forma de la letra Z.

Y como curiosidad, a la vuelta, en el Bus 32, vi una cajita de Makla Ifrikia. Estaba en un lado de mi asiento y lo he visto al agacharme. Allí estaba la cajita, se debió caer en una ranura. Y como el Anillo de Poder me tentaba, con su leve fulgor plateado y su misterio, ya que yo no sabía qué era. Aunque claro, la advertencia ESTE PRODUCTO DEL TABACO ES NOCIVO PARA SU SALUD Y CREA ADICCION me daba una pequeña pista. Sea como sea, yo soy casto y puro y no cedí a la tentación.