Jardín de las Hespérides

 

Hoy quería ir al Jardín de las Hespérides ya que el nombre me sonaba bien. Llegar ha sido bastante sencillo a fe mía, solo he cogido el bus hasta casi Nuevo Centro por la Gran Vía pero sin cruzar el río Turia y como ese Jardín de las Hespérides está junto al Jardín Botánico, encontrarlo no ha sido muy complicado si primero vas hacia ese jardín Botánico. Y nada más llegar pude constatar que en la misma entrada habían puesto el típico guardia avícola para mantener el orden en comportamientos que podríamos calificar muy bien de antisociales o bueno, simplemente de asociales.

Guardia avícola

 

No está muy bien logrado la verdad, si bien el jardín tiene su uso para el paseo de amantes o para el vuelo de palomas, aunque eso sí, es bien conocido por todos el mito que representa este Jardín. Ya se sabe, en la Antigüedad arcaicamente antigua, la gran diosa Espe le entregó al semidiós Polilito unas parrillas George Foreman llamadas Rides en esa época antigua (la materia prima de las parrillas procedía de las Casitérides y al abreviar el nombre quedó Rides) y le entregó las parrillas a Polilito porque la diosa no quería hacerse demasiadas barbacoas y ponerse fondona, a nadie le gusta eso. Y si su consorte el dios Vigon, veía que la cinturita de avispa de la diosa Espe se había convertido en una cintura de avispón asiático la abandonaría por la diosa Cunnis o por cualquier otro pendón.


   Pequeño parque con estatua de semidiós al centro


Grupo de palomas, bandada?


Pero a favor de este jardín se puede considerar que se encuentra cerca o más bien pegado a ciertas edificaciones “guay” como por ejemplo una iglesia jesuita de estilo neoclásico construida entre 1881 y 1882 por el Arquitecto de Valencia Joaquín María Belda Ibáñez.


Iglesia Jesuita neoclásica


Iglesia Jesuita neoclásica


Iglesia Jesuita neoclásica


Iglesia Jesuita neoclásica - recorte parcial