La Visigoda - Isabel San Sebastián

 

La Visigoda de Isabel San Sebastián

Todo se inicia en un pequeño Castro Asturiano rodeado por todas partes de Musulmanes y que resiste ahora y siempre al invasor. Pero cuyo monarca se ha cansado de recibir golpetazos y entrega una serie de tributos a Corduba para que lo dejen tranquilo al que añade un lote de 100 doncellas. Mua, mua, besitos, adios mama, adiós papa, y voooy camiiino a Corduba, sorry, hacia allí parte Alana (después de ser arrancada de su Castro de Coaña, no es coña) con 16 años mal cumplidos camino del harén de Abd Al-Rahman I. Toda la novela la preside un anhelo de venganza de Alana hacia Vitulo, un guerrero que la custodia desde su lugar de nacimiento hasta Petibonum … perdón hasta Passicim, la capital asturiana del rey de aquel entonces, desde donde ya bajaría hasta Córduba. Como bien podéis imaginar, teniendo por un lado a una chica joven y por otro a un guerrero podemos decir que no solo la custodió, sino que jugueteó íntimamente con ella, evidentemente sin atentar a su virginidad, porque si el Emir se enteraba de ello y descubría quien lo había hecho …..

Bueno resumiendo: a Alana la llevan al harén de Corduba, finalmente la rescatan y vuelve a Asturias, y hasta visita la Corte de Carlomagno. Personalmente, creo que en este libro se juega un poco con algunas dualidades. Está la evidente, la del mundo Árabe y el mundo Cristiano. Pero luego dentro de los Cristianos están los de la Iglesia de Toletum y los de la Romana. Luego están los clérigos que siguen una doctrina llamada Adopcionista y los que estaban en contra. Desde luego tenemos a los Paganos que seguían a los Antiguos Dioses y a los Cristianos (es curioso como Alana no llama a su madre Pagana sino alguien que profesa la Antigua Religión cuando está claro que lo es, le reza a dioses antiguos y casi olvidados y es experta en hierbas curativas).

Mi impresión es que el libro, la Visigoda comienza muy bien, de forma muy descriptiva, prometedora y hasta dinámica, pero al poco de leer se empieza a hacer algo monótona su lectura. Lo bueno que tiene es que no es un libro largo, y cuando comienza a hacerse algo pesado, ya se ha terminado.