Imperium. (trilogía de Cicerón) de Robert Harris


Se trata de la Trilogía de Cicerón de Robert Harris, compuesta por los Tomos: Imperium, Conspiración y Dictador. Y de los que por ahora solamente me he leído el primer Tomo: Imperium. Antes de continuar diré que hace la tira de años leí algo relativo a que en latín la letra “C” se pronunciaba “K” generalmente y la “V” se pronunciaba “U”. De manera que para mi mismo leía en lugar de CICERON, KIKERON, y en lugar de VERRES, un Gobernador de Sicilia (Sikilia) que Ciceron lleva ante los Tribunales en este primer volumen, UERRES.

Todo comienza con Tiro el Secretario y amanuense de Ciceron, esclavo aunque llega a ser casi de la familia e inventor de una especie de taquigrafía antigua (sistema estenográfico creo que lo llama) de la cual quedan algunos símbolos como esa especie de lazo que une dos o más conceptos: &. A lo largo de toda la novela, Cicerón se siente impulsado hacia el Consulado. Hay que comprender que para los romanos el ser Cónsul en una República era lo más. Desde luego no era como reinar en un país bárbaro o uno sometido a Roma, ya que ellos se creían estar por encima de esos países social y económicamente hablando, así que ser Cónsul de la República era superior incluso a eso. De forma que Cicerón persigue el Consulado. Lo malo es que no tiene nada que lo apoye. No tiene a la Aristocracia detrás ni ha nacido en una familia ilustre ni nada parecido como por ejemplo Catilina o Julio Cesar, no tiene un ejército que le asista como Pompeyo el Grande que ha conseguido varias victorias en Hispania, carece de fortuna que le suavice el camino como Craso. Tiene apoyo popular, pero si se carece de fortuna ese apoyo no es constante y es poco fiable. Ha de ir poco a poco. Primero se presenta para el cargo de Edil y ahí arrasa en las elecciones. En esas elecciones el voto de una persona por ejemplo de un barrio extramuros tiene el mismo valor que el voto de un aristócrata, lo que no ocurre a otros niveles de la estructura política romana. Por eso Cicerón ganó cómodamente. Luego estaba el cargo de Pretor, pero eso ya era diferente claro. Entonces en el bando Aristócrata estaban alineados Craso y Pompeyo, pero ambos sentían una envidia mutua que no veas, solo que la contenían. Un general victorioso llamado Luculo comenzó a ganar batalla tras batalla en Oriente y Pompeyo, envidiosillo como era empezó a removerse inquieto en su asiento, y con un pequeño empujoncito, cambió de bando y se pasó al de Cicerón apoyando su elección. En ese Verano fue quien recibió más votos según el book. Quedaba el Consulado que era la elección más complicada, y en esta ocasión Cirerón está desesperado porque le llegan rumores de que se están comprando votos a niveles descomunales por todos lados …