Leyenda de un ladrón de Juan Gómez-Jurado


Se trata de un libro sobre la vida de Sancho un chico que a los 13 años nada menos que Miguel de Cervantes actuando como Comisario Real de Felipe II lo salva de la peste y lo ingresa en un convento sevillano. El pobre Sancho tiene mala suerte y cae en un empleo de mala muerte en una tasca con un Dueño que le zurra cada dos por tres y que le busca el fraile del convento que le ha tomado a su cargo. Al final, deja malparado al posadero y le rompe los toneles donde tiene el vino, dejándole sin existencias, huye de ese lugar y acaba encontrándose a quien será su Maestro y amigo ladrón, un enano llamado Bartolo. Bartolo es muy hábil y le enseña muchas cosas, y pronto se da cuenta que Sancho aprende rápido, pero Bartolo también tiene un problema con el juego y termina debiendo una suma importante a un jefe del hampa de Sevilla. Para pagar no se les ocurre otra cosa que intentar robar a Vargas, un verdadero Personaje a quien teme un montón de gente, entre otras a Clara una mulata que tiene como esclava pero por quien siente deseo sexual, alejándola de sí y entregándosela a un viejo médico para que sea su ayudante. En fin, como Sancho y Bartolo intentan robar a Vargas pero al final los pillan, Sancho termina en galeras y Bartolo en el otro barrio. En galeras Sancho conocerá a un negro grandote y mudo a quien enseña un lenguaje gestual para poder comunicarse. El barco naufraga y consiguen salvarse de milagro, pero antes de abandonar el barco consiguen un mensaje del Contramaestre moribundo. Como están cerca de la costa, llegan nadando hasta un pueblo, donde buscan a un herrero que se supone que sería el padre del Contramaestre. Maese Dreyer, que era Amberes, recibió el mensaje que le llevaron de su hijo, con infinita desconfianza consintió en entrenar a Sancho en el arte de la espada y acabó tolerando al Infiel del compañero, que aunque negro, rezaba más y era más cristiano que él y Sancho juntos. Cuando consideró que estaba listo empezó su venganza. Venganza contra Vargas y venganza contra el jefe del hampa que había matado a su amigo.