Fedra de Laura Shepperson
 
Todo comienza con
Androgeo
quien era
hijo del rey de Creta
Minos
y de su esposa Pasífae.
Androgeo murió en el Ática en extrañas circunstancias. Debido a
ello, Creta impone que Atenas
debía entregar siete muchachos y siete muchachas como tributo al
Laberinto
Pero Teseo,
un príncipe llegado de la nada le pide al rey Egeo
de Atenas introducirse como tributo con los demás e intentará
terminar con la imposición, a lo que el rey dice que de acuerdo, y
que además si finaliza bien la misión cambie las velas negras que
llevan las naves por otras blancas.
Cuando Teseo se
carga al Minotauro
en un principio se lleva a la princesa Ariadna
con él para casarse en Atenas, pero vuelve a Creta sin ella porque
dice que se ha ido con el Dios Dionisio
quien la ha reclamado para hacerla su esposa. Por tanto, lo que hace
es llevarse en su lugar a la princesa Fedra.
En la historia mitológica, el príncipe Teseo se
"olvida" de cambiar las velas de la nave. En el libro
simplemente no las cambia, haciendo creer que el barco va de luto. Al
creer muerto al príncipe, Egeo se arroja al mar. El rey ha muerto,
viva el rey.
El libro trata el tema desde un prisma algo feminista en
una época y una sociedad con Héroes y Dioses que lo era poco. Su
lectura es rápida y amena y suele intercalar entre capítulos unas
dos páginas que llama Coro Nocturno, y que se supone que son un
grupo de mujeres de Atenas, que trabajan de criadas en su mayoría y que se quejan de
noche de su destino y de los abusos continuos de los hombres a
quienes sirven.