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sábado, noviembre 16, 2019

Museo Municipal de Cerámica de Paterna

A finales de Septiembre decidí ir hasta Paterna al Museo Municipal de Cerámica. Ya antes del Verano había realizado diversas búsquedas museísticas y tenía distintas webs al respecto, así como otra de la Wikipedia donde marca los yacimientos arqueológicos de la provincia. Pero volviendo al de Paterna, en esa ocasión me hice compañía a mí mismo y cogí la línea 5 del metro destino Aeroport en Marítim Serrería (ahora que lo pienso debía ser Marítim Serradora no? o Marítimo Serrería, una de dos Padre Tomás). El metro está bastante bien, es rápido y cómodo, el único inconveniente para mí es que evidentemente va bajo tierra y yo prefiero ver las cosas pasar por arriba. Además, cuando hay fútbol esa línea va llena de regreso hasta la estación de Aragón que es donde está el campo de Mestalla.  Lo dicho, cogí la línea en Marítim Serrería hasta llegar a la estación de Àngel Guimerà donde hice transbordo a la línea 2 destino Lliria, pero me bajaría en Paterna claro. Un apunte, Paterna está en la zona B del metro, así que se necesita un billete AB.
Nada más llegar a la estación de Paterna, consulté en Google la calle donde estaba el museo. Resulta que está en la Plaça del Poble. Le pregunté a una señora que estaba cerca de la estación si sabía indicarme el camino y me dijo que siguiese todo recto una calle que había justo enfrente de la estación y encontraría una plaza amplia y allí era. Entré por esa calle y casi inmediatamente llegué a una plaza pequeña llamada Replaceta, pero a escasos 30 metros encontré una plaza más amplia con una iglesia pequeña y un edificio verde con el nombre de Museu Municipal de Ceràmica, la Senyera, la Estanquera y la ensenya local con la indicación Plaça del Poble. El chico que me atendió en el museo fue muy amable. De inicio me dijo que algunas vasijas y monedas romanas así como una osamenta desenterrada se encontraban en la planta baja, mientras que todas las demás piezas que dan su nombre al museo se hallan en el piso superior. El  museo es gratuito para todos los públicos y exhibe la típica cerámica verde de Paterna.


 




                                                                                                                               

martes, noviembre 12, 2019

Rodas la hija del Sol de Gillian Bradshaw


Cuenta la leyenda que había una Ninfa muy muy bella llamada Rodo, el Sol iba por ahí zumbando en su viaje cotidiano a lo largo del día surcando el cielo del Mar Interior, la vio, quedó prendado al instante y se casó con ella.
No estoy seguro, pero creo que la tal Gillian es una bruja que viaja al pasado de vez en cuando. De todos modos, en las páginas de Notas de la Autora dice en qué está basado el libro y que quien se quiera introducir de verdad en el Período Helenístico (tras la caída y disgregación del Imperio creado por Alejandro Magno) no se confíe en lo escrito por ella, solo que como lo que a mi me gusta es la ficción novelada, si puede aderezarse con un poquito de Historia mejor que mejor, pero ficción ante todo, no problemo.
La Marina de Rodas se dedicaba a comerciar y a cazar piratas. El libro comienza con el Atalanta un barco de guerra rodio con un Armador (Trierarca) que se encuentra en esos instantes en la Ciudad y con su Capitán Isocrátes de Camiro que persigue a un barco pirata (una pentecontera) hasta darle caza. El jefe pirata, Adronico intentó amenazar con un cuchillo a una mujer que había capturado de la que decía que era la favorita del rey de Siria Antíoco. Pero Dionisia, que así se llamaba la mujer, se giró, le arreó un piazo morisco y se arrojó al agua. El pirata se arrojó tras ella, y aunque el primer impulso de Isócrates fue seguirlos pensó que era el Capitán y el Capitán siempre debe permanecer a bordo y todas esas chorradas así que se giró a la tripulación y les ordenó a dos que se tirasen: uno para sacar a la mujer y otro para cazar al pirata, solo que al final el pobre pobrecito piratita pudo huir a un islote cercano. El Atalanta rescata a Dionisia quien parece tener información del rey de Siria que podría interesar al de Alejandría y así evitar un conflicto. Lo que ocurre es que el rescate de Dionisia no gusta a la nueva reina del rey de Siria y el conflicto ocurre. Y así Rodas intenta mantener su neutralidad a pesar de las simpatías personales de los diferentes particulares rodios, como pequeña República soberana esquivando las espadas de los reyes.

viernes, noviembre 08, 2019

El amante germano de Pilar Pedraza


Mi padre solía ser bastante escrupuloso en lo referente a su yantar y ponía mala cara cada vez que alguien combinaba un alimento dulce con otro salado: por poner un ejemplo, algo tan simple como el jamón con melón. No hace nada he terminado un librito negro llamado El amante germano de Pilar Pedraza. Este librito, y en esta ocasión está bien utilizado el diminutivo, me ha recordado esa combinación de sabores.
Va de una historia basada en la Antigua Roma Imperial con senadores, gladiadores, esclavos … solo que también viene acompañada de un cierto componente esotérico que para postre según mi punto de vista no está muy desarrollado. Francamente, la novela no me gustó, lo que no quiere decir que no me la leyese de pe a pa. Una porque el libro no es muy largo, y otra porque una novela ha de ser mala de narices para que yo acabe con el libro antes de empezarlo, y ese no es el caso, simplemente no me gustó. Me recordó una peli de Humphrey Bogart que vi llamada La Burla del Diablo y que los cinéfilos comentaban que se había filmado aprisa y corriendo. Pues eso, creí que acaso Pedraza tenía algún límite de tiempo para publicar o alguna otra cosa, de manera que con la temática romana del libro yo no veía problema porque hay innumerable documentación a la que poder acudir y porque evidentemente Pedraza sabe del tema, pero en la temática esotérica y de brujería parecía como si hubiese empezado algo y no supiera cómo darle un final adecuado de forma que se sacó de la manga una especie de abracadabra y así acabó con su problemita, eso según mi parecer naturalmente que es un libro y su contenido es siempre muy personalizable, ojalá fuese pechonalizable.
Va de la hija del Senador Domicio Porcino (juro por Wotan y por Ishtar que se llamaba así) de nombre Valeria, una niña de esas que se creen princesitas y algo alocada según su Pater. Gobernaba Roma el Emperador Cayo, que fue uno de los primeros en fomentar los matrimonios mixtos entre los germanos de su guardia personal y las jóvenes aristócratas de la ciudad, cosa contraria a la opinión del Senador. En un paseo por Roma, Valeria se cruzó con un joven germano de la guardia llamado Druso Minor, le dio un desmayo y hubo de ser trasladada a su domus. La mater de Valeria la domina Domicia es quien intuye el verdadero motivo del desmayo de Valeria y de esa forma Valeria y Druso Minor se prometen en matrimonio, pero ¡ay! antes de casarse definitivamente llega un mensaje del Emperador reclamando a los soldados germanos pues ha habido una sublevación y Druso ha de ausentarse precipitadamente. Y es a los pocos días cuando se sabe que Druso ha muerto por salvar al Emperador. Evidentemente Valeria cae desconsolada sintiéndose medio viuda. Llega incluso a invocar a las Cárites Infernales y pedirles que hagan retornar por un día a Druso Minor del Hades para que se pueda casar y consumar el matrimonio. Al final las Cárites dan el visto bueno y lo hacen con el consentimiento de la diosa del Inframundo Proserpina. Druso llega del otro lado y “se porta”, se nota que tenía ganas el chico. El problema es que cuando ya ha ocurrido todo esto van pasando y pasando los días, pero el estado de Valeria es el mismo. De forma y manera que su madre la domina Domicia trae a casa a una vieja amiga suya para ver si puede echarle una mano: la maga Próxima Nigra. Y así comienza la novela en sí, cuando Próxima intenta hacer para Valeria una especie de sucedáneo de Druso Minor.

domingo, octubre 27, 2019

Talos de Esparta - V. M. Manfredi


El libro comienza cuando un noble espartano Aristarcos tiene un hijo que nace deforme y según la Ley lo abandona para pasto de los lobos en el monte Taigeto. El niño se llamaba Cleidemo y en lugar de sucumbir a los lobitos lo encuentra un viejo pastor llamado Critolao miembro del antiguo pueblo guerrero ilota que se encuentra en esos momentos subyugado a los espartanos. Cuando Critolao rescata a Cleidemo lo llama Talos, le muestra donde guarda la armadura y la espada del último rey de su pueblo y comienza a entrenarle, ya que según una ancestral profecía el rey Aristodemo regresará para encabezar la revuelta que liberará al pueblo ilota y en esa liberación cobrará especial importancia una antigua ciudad amurallada ahora en ruinas, Mesenia.

Gúdar

 

Hoy me han invitado a una escapadita para ver la Sierra de Gúdar. Porque aunque la que me ha invitado tiene una vivienda en Gúdar mismo, la idea era que hiciésemos una breve visita a la Virgen de la Vega que estaba de fiesta y luego ir a llenarse la barriga a Allepuz a unos 14 o 15 km.

La teórica salida desde Valencia era a las 9,30. Solo que nadie estaba a la hora; a unos se les había pegado las sábanas y se habían levantado demasiado tarde, otros no llevaban ropa de abrigo ya que allá arriba habría diferencia de temperatura, otros querían desayunar antes …, un verdadero desastre. Vamos que entre unas cosas y otras al final salimos a las 10,20 más o menos. Nos fuimos por la llamada Autovía Mudéjar camino de Teruel. Llegamos a la subida del Ragudo donde hicimos el típico chistecito con la rubia de la curva que a ver si teníamos la suerte que nos apareciese que estaba buena y todo eso. Según parece primero nos topamos con la Sierra de Javalambre y finalmente con la de Gúdar. Nos costó entrar en la Virgen de la Vega porque al ser la festividad local aquella carretera parecía un hormiguero humano, pero sorteando aquí y allá como si el coche bailase un extraño parajitos por aquí pajaritos por allá logramos entrar y hacer lo más complicado, aparcar. Mi padre decía que sabía más de iglesia que los propios curas. Desde luego era una pequeña exageración, pero solo pequeña, creo que he visto más iglesias por dentro y por fuera como para llenar varios catálogos, para fotografiarlas naturalmente. Pero mi anfitriona no estaba en la Virgen de la Vega y en su festividad nada menos solo para fotografiarla precisamente. Ella es una persona muy de iglesia y estaba allí para oír misa. Al finalizar la misa tiene lugar la entrada de la Virgen. En ese momento yo estaba en la puerta del edificio, antes de que entren las andas con la efigie de la Virgen, entran bailoteando y dando vueltas tres o cuatro pastores y unas niñas de blanco, todo muy idílico. Luego colocan la Virgen en su lugar habitual en lo alto tras una especie de vitrina, y los fieles van y se turnan para rendirle homenaje y besarle el manto. En ese momento, se me ocurrió sacar una foto con el móvil desde ese fondo de la iglesia a quien me había invitado pues supuse que le gustaría tenerla como recuerdo, pero al ser una foto muy precipitada, cuando tratas de agrandarla sale demasiado pixelada, aún así la quieren como recuerdo. Como curiosidad diré que había una ristra de chopos creo que eran esos árboles que tenían un diámetro que ya ya bordeando la carretera de salida de la población. De allí fuimos a jalar a Allepuz. Ya en la entrada del restaurante nos encontramos con dos bellezas: una silla hecha con lo que parecía un barril, si te sentabas ahí igual acababas un poco mareado; y la hija o sobrina del dueño del local quien se parecía a la Sofie del Inspector Gadget pero en morena. Comimos bastante bien, aunque yo me llené un montón. Personalmente comí migas para primero y lomo para segundo, con las migas habría tenido bastante. Bebí agua para no salirme del guión de lo que bebo habitualmente, pero de postre pedí un mousse de café cuando de postre suelo tomarme un flan y gracias. Una vez comidos, descansamos un poco y nos fuimos hacia el pueblo de Gúdar, pero en lugar de coger la carretera que han hecho actualmente, cogimos una cinta delgada y muy empinada que debió elegir algún caudillo íbero para huir de los romanos. Y como se dice por ahí éramos pocos y parió la abuela, un rebaño de ovejas con su pastora y su perro saltarín se nos metieron en mitad de la carretera ya casi al final de la subida y nuestros conductores tuvieron que poner los frenos de mano porque si no … Además, el motor de nuestro coche tenía poca potencia y se calaba cada dos por tres. Yo iba con una mujer mayor y siempre que ocurría eso nos mirábamos y luego mirábamos los dos a nuestro conductor porque era todo un espectáculo ver cómo se cagaba en todo cristo. Finalmente, la pastora y su perro pudieron apartar algo de la calzada a las ovejas y pasamos, solo que a los pocos metros ya vimos el pueblo. Al final los motores de los coches olían a quemado que aquello parecía una barbacoa de esas de USA que se hubiera estropiciado y abrieron la capota para que se airearan. Mientras mi anfitriona nos enseñaba su casa y las reformas que había hecho en ella. Porque aquello parecía la Cueva de San José que no se acababa nunca. Pero bueno, al final se acabó y volvimos a Valencia. Claro que eso es un decir porque nuestro conductor quien siempre va discutiendo con la propietaria del vehículo, distraído como iba un poco más y gira hacia el otro lado en lugar de en Valencia y acabamos en Teruel. 

 

 

Wikipedia

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