Este libro que comento ya no lo poseo como muchos otros y aunque desde luego recuerdo su contenido porque me gustó bastante su lectura y lo terminé en un santiamén, los detalles del mismo los he tenido que sacar de otro blog que adjunto al terminar este comentario.
Todo comienza cuando se le encarga a Fra Filippo Lippi, artista del Quattrocento italiano la realización de una Madonna y un niño a la que no sabe qué rostro poner. Fra Filippo era Capellán del Convento de Santa Margherita en Prato y a él llegaron dos hermanas Spinetta y Lucrezia Buti, hijas de un comerciante de sedas recientemente fallecido. Spinetta se integró sin dificultad en la vida monacal pero su hermana añoraba una vida más mundana. Cuando la vista de Fra Filippo cayó sobre el rostro de Lucrecia vio que era su cara angelical era la que necesitaba para su encargo de la Madonna, de forma que le pidió a la Madre Superiora del convento permiso para pintar a la que se convirtió en su novicia a cambio de pintarla a ella misma en otro lienzo que realizaba para el convento …