Estoy totalmente decepcionado. Anonadado me hallo tras haber asistido al último desfile de Semana Santa en la Calle de la Reina, que encima nadie sabe a ciencia cierta a qué reina está dedicada, para eso que la Calle se hubiera continuado llamando Calle de la Libertad como otrora. Bueno, volvamos a mi decepción decepcionante, que no es por nada pero dura desde comienzos de Abril, por lo que supongo que es algo más fuerte que descubrir que los Reyes Magos de Oriente no son Tres sino Cuatro, uno es un gordo con barba y traje rojo y es el Papá de alguien. Os cuento: desde pequeño siempre he creído que esos tipos con Capirote, cuya cara es como una lisa sábana con dos orificios por ojos, eran una especie de Caraconos, solo que a diferencia de estos no parecían componerse de una única etnia, ya que en cada desfile se desplegaba todo un abanico de razas. Desfilaban Capirotes morados, rojos, azules, negros brillantes, grises, marrones, blancos, rosas, amarillos … Solo que ya comenzaba a hacer calorcillo, y después de tanto caminar el Capirote que tenía justo enfrente de mi, aprovechando un parón momentáneo en la Procesión, se quitó lo que yo creía a pies juntillas que no podía quitarse, y mientras se apoyaba el capirote en la cintura resopló y se pasó la mano por la sudada frente. Joder! Había un hombrecito debajo del Capirote, os lo podéis creer? Lo cierto es que no era un hombre muy guapo, o sea que se comprende que se tapara la cara. Como la Procesión avanzaba no me quedó otra que olvidarme del asunto … momentáneamente. Me costaría olvidarlo de forma definitiva.
Luego de unos pasos en los que apareció un Legionario de unos 4 años luchando contra su padre de unos 40, con Franco eso no pasaba, vino uno donde aparecía un Nazareno enorme, algo así como el negro de La Milla Verde, encadenado entre dos escuchimizados soldados romanos. Creo que abrí demasiado los ojos de la sorpresa. Ahora debo tener una pinta de insecto que tiro para atrás, pero es que si el Nazareno sopla algo fuerte los romanos salen volando. Claro que te saldrían con que la cuestión está en poder hacer algo, y en definitiva omitir esa acción. Pero después de todo, sí que es posible que los soldados romanos diesen para el pelo al Nazareno. Lo digo porque en el paso inmediatamente posterior, alguien (no me sé los personajes de la historieta) llevaba un corazón que supuestamente era el del Nazareno. Digo que lo llevaba, digamos que lo llevaba simbólicamente. Una piedra en forma de corazón que habían pintado de un color rojo brillante. Probablemente usarían una cápsula de esmalte de uñas y la verterían sobre la piedra para causar efecto. Una mujer joven ofreciendo la piedra entre sus manos con las palmas hacia arriba y poniendo ojos de carnero degollado hacía el resto.
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