La inquisición y la fabricante de abanicos - Rikki Ducornet

La Inquisición y la fabricante de abanicos de Rikki Ducornet

Este libro, que tiene únicamente 193 páginas, comienza así “los abanicos son como los muslos de una mujer: se abren y se cierran. Un buen abanico se abre con un golpe de muñeca. Crea su propio clima … una brisa suave que no llega a despeinar el cabello” En la Revolución Francesa se le abre un Proceso a una fabricante de abanicos de nombre Gabrielle, la cual ilustra con motivos pornográficos varios abanicos para el ya Condenado Marqués de Sade. Igualmente, ambos deciden escribir un libro sobre las masacres y abusos de la Inquisición – esta vez la Española – en la Conquista de América. 

Me gusta poco del libro este, quizá la cubierta de 1878, y un pasaje sobre el Marqués de Sade que hace referencia jocosamente a cómo pudo nacer. Mi culeante padre, calentándose las pelotas en un burdel, comenzó a cavilar que necesitaba un hijo para fortalecer su linaje, animar su ojo, estimular su corazón y proveer su bolsillo en su decrepitud. De ese modo, al igual que Minerva, fue mi destino fatal nacer del pensamiento, virar desde el cerebro de mi padre a su oreja y de allí al trasero de una furcia. Tal prodigio fue él capaz de completar, pues yo no era más grande que un gramo de pimienta. Él me introdujo en su caja de rapé y me llevó a presencia de mi madre, quien abandonó sus Padrenuestros el tiempo necesario para cubrir mi desnudez con una cáscara de guisante.