Hoy tocaba ir al
jardín de la Av. Baleares. He usado la misma metodología que para
ir al jardín de Carolina Alvarez y luego he hecho un acelerón
que ni Ayrton Senna o Alain Prost juntos.
El jardín de la Av.
Baleares son en realidad unos pocos jardines diseminados por la
avenida. Lo primero que vi fue a un montón de criaturitas con sus
mamás en una zona infantil con toboganes y columpios. Yo estaba
afeitado y últimamente no se me caen demasiado los pantalones, pero
me niego a meterme entre esas tiernas mamás y a fotografiar a sus
retoños, así que lo que hice fue fotografiar unas palomas que no
creo que se quejen mucho al 016, ya tengo bastante con
intentar esquivar las Telepantallas.

De manera que crucé
la Calle. Al otro lado simplemente había un poco de hierba donde
faltaba la vaca pastando y una cancha de Futbito (o creo que
se llama así). Si rodeas la cancha, hay unas lenguas de hierba (yo
no osaría llamarlo césped) y algunos bancos para sentarse que
forman una gloriosa alineación, soportando impávidos tanto el
incipiente sol de Marzo como el manto nocturno que les cubrirá más
tarde. Al otro lado de una calle de esas accesorias, vi otro jardín
que solo tenía unos pasajes entre arbolitos casi recién plantados,
y cuya única finalidad es que alguna madre pasee a su bebé en su
cuna y así pueda tomar el sol, y que otros puedan pasear a su perro,
porque hay jardines que no lo permiten y al parecer ese sí lo hace,
vamos que allí no hay Ley Seca. Si desando el camino y cruzo
la calle que hay ante el jardín de la cancha de futbito, encuentro
otro jardín de un tipo parecido, pero con una cancha de Minibasket.
Antes de nada, pongo aquí otra foto para que veáis que he estado
allí, que no os creéis nada, Santo Tomases de Baratillo.

Luego ya me volví
hacia la playa, vamos hacia mi casa (que vivo en una barca como La Pilona, no pero casi porque es encima de una acequia, literal).
En definitiva, esta salida no ha sido muy fructífera. Bueno, miento
porque he descubierto que alguien 💕 a Yoly.