Teutoburgo
de Valerio Massimo Manfredi. Lo que siempre me llama la atención de
Manfredi es que él mismo se define como escritor y no como un
escritor de una temática o género literario concreto como por
ejemplo Novela Histórica o Novela Policíaca.
Pero
esta sí que es una Novela Histórica. Comienza
con dos jóvenes príncipes germanos hijos de un jefe querusco que
van jugueteando por un bosque de su país natal buscando mariposillas
de mata en mata, hasta que claro los caza una patrulla romana y los
hacen rehenes, admirando
una recién construida calzada romana cuando en Germania solo
caminaban sobre senderos de barro y eso cuando éstos existían.
Los
nombres de
estos jóvenes son
Wulf y Armin. Bajo la tutela del Centurión
Marco Celio Tauro, Wulf
y Armin toman caminos diametralmente opuestos al enfrentarse a la
Cultura Romana con la que dicho Centurión intenta impresionarles
(esa
parte me recodó la peli “la Vida de Brian” y su ¿qué han hecho
los romanos por nosotros?):
Wulf asimila rápidamente dicha cultura tanto es así que cambiará
incluso su para
los romanos impronunciable
nombre por el de Flavus. Pero
Armin tan solo lo
latiniza
un poco retocándolo y convirtiéndose en Arminius y
continúa siendo un orgulloso e imbatible guerrero germano. De
hecho volviendo a La Vida de Brian, Arminius diría aquello de
“Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza,
el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los
baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?” “Nos
han dado la paz. ¿la paz? que te folle un pez”.
En
Roma está Augusto de Emperador y su sueño para Germania era
prolongar la frontera del Imperio hasta el río Elba. Ya un poco
antes Julio César había intuido que un peligro para Roma podía
venir de Germania y consolidó el poder romano en la Galia para que
actuara de frontera natural. Augusto desde luego quiso dar un paso
más, pero como no todos eran Augusto y había bastante rapacidad e
incompetencia en la Administración romana, Teutoburgo frustró ese
sueño. Todos los que hemos leído “Yo Claudio” de Robert Graves
recordamos el poema cantado en el que Augusto le reclamaba al General
Varo las Águilas Romanas
que había perdido en la batalla germana.